Comunidad de Madrid

La campaña nacional trastoca a Más Madrid y al Gobierno de la Comunidad de Madrid

La marcha de Errejón tras cuatro meses y la escalada de tensión PP-Cs, claves ante el 10-N

Manuela Carmena e Ïñigo Errejón, en un acto electoral en Madrid MAYA BALANYÀ

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Por segunda vez en los últimos seis meses, la campaña electoral nacional va a «comerse» a Madrid. En a bril, su desarrollo y la posterior negociación entre partidos para la formación de Gobierno prácticamente invisibilizó el proceso electoral madrileño. Ahora, el desenlace de ese largo compás de espera y las nuevas elecciones llevan camino de alterar la vida política en la región con los efectos de un «tsunami».

Todos los partidos, en mayor o menor medida, pueden verse afectados por esta ola gigante. Empezando por Más Madrid, que ya anunciaba ayer su intención de presentarse a las generales, muy probablemente con Íñigo Errejón como cabeza de lista. Y siguiendo con los dos socios del gobierno bicolor, PP y Cs, cuyas estrategias electorales nacionales pueden llevar a una escalada de tensión en el Ejecutivo.

Tocata y «fuga» de Errejón: Más Madrid se diluye

Las elecciones municipales y autonómicas se celebraron el 26 de mayo. No se han cumplido por tanto ni cuatro meses desde ellas, y ya han decidido en Más Madrid presentar una lista a las generales. Lista que muy probablemente -a juzgar por lo que manifestaban ayer mismo sus dirigentes- encabezará Íñigo Errejón, que dejará de lado la Asamblea de Madrid, a la que no le ha dado tiempo a asistir a un solo pleno ordinario -más allá de los de investidura-.

Su marcha, y la de quienes le acompañen a la aventura nacional, podría dejar diezmado no sólo al grupo parlamentario sino también a Más Madrid en el Ayuntamiento, hasta el punto de que la «marca» que tantos seguidores captó en las últimas municipales y autonómicas quede prácticamente diluida.

Relaciones PP-Cs: Estrategias electorales

El PP se enfrenta a los nuevos comicios inmerso en las primeras semanas de cohabitación con Ciudadanos. Una convivencia que no está siendo fácil y que es probable que se agríe por las tensiones que impone la campaña electoral entre partidos que compiten en buena medida por los mismos votantes. Aunque tanto la presidenta Isabel Díaz Ayuso (PP) como el vicepresidente Ignacio Aguado (Cs) afirman en público que Madrid servirá de ejemplo de cómo dos partidos distintos se pueden poner de acuerdo para encabezar un Gobierno, entre bambalinas en sus respectivos partidos auguran más tiranteces en las próximas semanas. El portavoz popular en la Asamblea, Alfonso Serrano, advertía días atrás de forma velada a Cs al señalar que confía en que sepa «separar lo que es una campaña nacional de lo que es la gestión autonómica».

La convocatoria de nuevas elecciones va a suponer también, con toda probabilidad, el retraso en la celebración del congreso del PP de Madrid que dote a este partido de una nueva cúpula, dado que en la actualidad está en manos de una «pseudogestora» que se nombró con carácter provisional tras la marcha de Cristina Cifuentes en mayo de 2018. Aunque se especulaba con el otoño para celebrarlo, los comicios nacionales provocarán que se aplace hasta marzo.

Cs, en la encrucijada: Avalmadrid y Púnica en el mismo mes

Ciudadanos es ya el socio del PP en el Gobierno de Madrid. Pero la formación naranja sabe que los populares no van a tener un buen mes en octubre: se iniciará la comisión de investigación del caso Avalmadrid en la Asamblea, y se producirán las declaraciones en el caso Púnica de Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes. Hasta qué punto estará dispuesto Ciudadanos a acompañar por esta senda al PP, o si elegirá tomar distancias, está por verse. Y cómo afectará esto a las relaciones en el Gobierno autonómico, también.

El PSOE, a la espera: El futuro de Gabilondo

El PSOE ganó las elecciones en la Comunidad, y obtuvo un resultado pésimo en el Ayuntamiento. En ninguna de las dos instituciones ha logrado gobernar. Los resultados de una nueva cita electoral podrían cambiar, apuntan algunos, la política de pactos a nivel nacional, acercando al PSOE a Cs. Y ello podría tener consecuencias imprevisibles sobre el Gobierno bicolor de la región. Por otra parte, queda por desvelarse el futuro de Ángel Gabilondo, a quien algunos sitúan en un hipotético nuevo gobierno de Pedro Sánchez y otros en un cargo más institucional como el Defensor del Pueblo.

Vox y Podemos: Pendientes del 10-N

En los dos extremos ideológicos, por la derecha y por la izquierda, quedarían Vox y Unidas Podemos en un papel claro de oposición. Ambos se pueden ver debilitados por el resultado alcanzado por sus partidos a nivel nacional.

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