Batalla campal al paso de una marcha falangista por una discoteca de Alpedrete la noche del 20-N
La pelea tuvo lugar en un aparcamiento cercano, cuando algunos jóvenes que salían del local se toparon con la marcha
De Moncloa a Cuelgamuros hay 37 minutos en coche, casi 4 horas en bici y más de 11 a pie. Por inverosímil que parezca, cada 20 de noviembre decenas de falangistas escogen la opción más larga para cubrir, de forma casi paramilitar, un trayecto que supera el medio centenar de kilómetros. Y lo hacen escoltados hasta salir de Madrid por la Policía Nacional y en las inmediaciones del Valle de los Caídos por la Guardia Civil, dado el riesgo potencial que presenta la singular travesía. Un trabajo que este año saltó por los aires al paso por el aparcamiento de una discoteca de Alpedrete, muy cerca de las 6 de la mañana.
La comitiva de ideología fascista avanzaba por la avenida de la Reina Victoria de la citada localidad, cuando grupos de jóvenes salían del local Malababa, coincidiendo con la hora de cierre. Algunos de los presentes acudieron entonces al parking para continuar la fiesta, topándose por sorpresa con la inesperada caravana. Los insultos, de un lado y de otro, tornaron en golpes después de que parte de los locales lanzara botellas a los falangistas. La reacción de estos últimos no se hizo esperar. «Pateaban a la gente en manada», apuntaba el domingo un testigo, sin entender la falta de seguridad durante el altercado.
De hecho, fueron los porteros de la discoteca los primeros en intentar frenar la embestida. «Protegieron a los que no estaban pegándose, pero no pudieron hacer más debido a la cantidad de personas implicadas», añadía la misma fuente. Los facultativos del Summa-112 atendieron a un varón por una herida incisa en la cabeza, antes de conducirlo leve al hospital de Villalba. Por su parte, los equipos de Cruz Roja desplazados asistieron a varias personas, sin que ninguna de ellas precisara de traslado hospitalario. Y ya con la situación controlada, la Guardia Civil identificó a algunos de los participantes.
«Tras una dura noche, llegábamos al Valle de los Caídos, depositando en sus puertas la Corona en honor a nuestro fundador (José Antonio Primo de Rivera) y todos nuestros caídos», publicaban horas después desde la cuenta de Twitter de la Falange, sin hacer mención al sonado incidente. A la mañana siguiente, el reguero de sangre todavía era visible en esta calzada que une los municipios de Alpedrete y Collado Villalba.
La pelea multitudinaria, en la que llegaron a emplearse palos y otros objetos contundentes, no fue la única registrada durante la marcha. En Villalba, un falangista resultó herido a manos de un grupo de radicales de extrema izquierda, sin que su estado de salud haya trascendido.
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