Los vecinos de Sants critican la pérdida de intimidad

Los vecinos de Sants, en Barcelona, viven como en un escaparate. Desde que se inauguró un soterraneo para cubrir el túnel del tren, no tienen intimidad. Un original jardín a tres metros de altura, pero también un mirador para indiscretos. El túnel se construyó para amortiguar el ruido que provoca el tren y el metro. El problema se solucionó, pero causó otro: los mirones. El Ayuntamiento de Barcelona se ha ofrecido a instalar una mampara en los balcones. Para los vecinos no es una solución. Defienden su derecho a estar tranquilos en sus pisos, sin sentirse desnudos las 24 horas del día.