Pedro Sánchez intenta aplacar a los suyos

Iba a ser un mero trámite, aunque el comité federal ha tenido su miga. El aterrizaje de Irene Lozano no ha sentado bien del todo a todo el mundo. Algunos abiertamente más críticos, como el ex secretario general del PSM, Tomás Gómez. "Siento mucha pena. Algo tan serio como son las listas electorales que no se puede andar con ocurrencias. Otros prefieren hablar, como la presidenta andaluza, Susana Díaz. O respaldan, pero recuerdan, como el extremeño Guillermo Fernández Vara: "El PSOE es un partido que tiene 136 años de historia y eso no lo ha conseguido ni por sus dirigentes ni por fichajes, sino por la fuerza de sus ideas". Y que no estaría de más que se disculpe. Aunque la mayoría entiende que no hace tanta falta, que el paso que ha dado habla por sí solo, "que ese verbo fácil que ha tenido siempre para criticarnos, que ahora sea útil contra Rajoy", apunta el presidente castellanomanchego Emiliano García-Page. El que tomó la decisión argumenta a los suyos que el PSOE no es sólo de sus militantes, que hay que agradecer las aportaciones. "Y a quienes os incorporáis por primera vez, venidos de fuera y de dentro del partido, os pediremos la exigencia de trabajar duro, con ejemplaridad", reclamaba Pedro Sánchez, que prefería centrarse en su mensaje. "2015 está siendo un pésimo año para los que querían un PSOE débil [...] El PSOE es un partido más fuerte y más unido". Y como única alternativa a la derecha. Que el cambio se llama Partido Socialista.