El comité más convulso

Comenzó de noche, terminó de noche. Con tensión de principio a fin. Cara de circunstancias de...

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Comenzó de noche, terminó de noche. Con tensión de principio a fin. Cara de circunstancias de los que iban llegando, que se encontraban además de con los periodistas. Con los que se agolpaban en Ferraz, la mayoría para increpar a los críticos. Pero el nerviosismo de fuera, nada comparado con lo que se empezaba a vivir dentro. No había acuerdo si quiera ni para empezar el comité, ni para el orden del día ni para configurar el propio censo de asistentes. La cuestión iba a estar en un puñado de votos. El secretario general propuso una alternativa: la vuelta de los dimitidos y un nuevo comité. Pero no triunfó su oferta. Al final, tras corrillos más tranquilos o discusiones más que subidas de tono, con lágrimas incluso, acabó imponiéndose el sector crítico: votar sí o no al congreso extraordinario y hacerlo a mano alzada. Fue el principio del fin. 107 votos a favor, 132 en contra. Primero ante los presentes, luego ya en público presentó su dimisión. Descabezado el partido, sólo faltaba configurar la gestora. Era la hora de la cena y unos cuantos 'graciosos' fastidiaron a un restaurante pidiendo decenas de pizzas como si fueran para el PSOE, casi 500 euros de mala broma. No estaban para muchas tampoco dentro y más después de un día tan intenso. Cataluña, inmersa en un proceso de primarias; Galicia, con su propia gestora; Aragón o Castilla-La Mancha, por decisión propia, son, junto a Madrid, de las derrotadas, de las federaciones importantes que se quedaban fuera. Algunos rechaban formar parte, como Patxi López. Acababa así una dura jornada, de división, de fractura, de volver a empezar para el Partido Socialista.-Redacción-

Ver los comentarios