Villanueva considera un «plus de seguridad» la instalación de bolardos

El modus operandi de los atentados de Niza y Berlín, donde los terroristas se aprovecharon de camiones de grandes dimensiones para arrollar a decenas de personas, ha hecho a las autoridades españolas replantearse las medidas de acceso a algunos lugares de alta concentración de peatones. La propuesta, procedente de la Policía Nacional, pasa por instalar bolardos y maceteros de grandes dimensiones que actúen como barrera en las calles, plazas y paseos más concurridos. El objetivo es que estos elementos, entendidos como una medida de seguridad pasiva, pueda frenar el paso de un vehículo de gran tamaño ante un eventual ataque. Consultado por esta propuesta, el delegado del Gobierno explicó ayer que se trata de un «plus de seguridad» a la hora de blindarse ante los atentados yihadistas.

Sobre su puesta en marcha, Santiago Villanueva indicó que «es una instrucción que ya se está transmitiendo a aquellos ayuntamientos que tienen competencia, y que por parte de la Guardia Civil se había hecho ya con anterioridad». En este sentido, el delegado en Galicia resaltó que ya están previstas algunas reuniones con Policías Locales para abordar la cuestión y analizar su implantación.

En alerta nivel 4

«Más allá de bolardos o maceteros, hablamos de sistemas que eviten el paso de determinados vehículos a lugares de concentración», detalló Villanueva para hacer una llamada a la calma. «La seguridad cien por cien no existe, es imposible proceder en todos los escenarios, pero hay que lanzar un mensaje de tranquilidad a la población», insistió el delegado del Gobierno. Con una alerta antiterrorista activa en todo el país que alcanza el nivel 4 —el último grado es el 5 e implica la presencia militar en la calle— desde la delegación del Gobierno aclaran que las infraestructuras críticas cuentan ya con operativos especiales de vigilancia.

Se trata de puertos, aeropuertos y estaciones de tren donde el despliegue policial y los controles se han extremado. En el caso gallego, y desde la cadena de atentados en Francia, se reforzó la seguridad en entornos sensibles como el de la Catedral de Santiago. Pese a todo, Villanueva recalcó que la implantación de nuevas medidas se enmarca en el ámbito de la prevención y que la principal recomendación es «no modificar nuestra forma de vida».