El alcalde de Ferrol, Jorge Suárez
El alcalde de Ferrol, Jorge Suárez - EFE
DOS AÑOS DE POPULISMO EN FERROL

El sueño de gobernar que se convirtió en pesadilla

Tras la ruptura del pacto con el PSdeG y acorralado por la oposición, Suárez ha llegado a pedir una moción de censura

Santiago Actualizado: Guardar
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Ni el propio Jorge Suárez tiene ya reparos en admitir que cuando firmó el pacto de gobierno con la líder del PSOE ferrolano, Beatriz Sestayo, en el verano de 2015 sabía que ese matrimonio de conveniencia para desalojar al PP de la alcaldía tenía los días contados. Lo que a buen seguro no entraba en la agenda del regidor era que la debilidad de su actual gobierno en minoría —conformado por seis concejales de Ferrol en Común y dos ediles expulsadas del PSdeG en una corporación de 25— lo iba a llevar a pedirle a sus rivales apenas dos años después de las elecciones una moción de censura para poner fin a un mandato que para Suárez adquiere día a día más tintes de vía crucis.

Fue unos meses después de cumplir un año al frente de la alcaldía cuando el bipartito ferrolano empezó a mostrar signos de una ruptura definitiva que el alcalde rupturista aplazó hasta después de las elecciones autonómicas. Desde ese momento, Jorge Suárez y la que otrora fuera su principal aliada, Beatriz Sestayo, optaron por convertir cada pleno municipal en escenario de reproches y disputas entre exsocios de gobierno, dejando a un lado la gestión del día a día.

El primer asalto llegó con la retirada de la dedicación exclusiva a la edil de Urbanismo que decidió permanecer en el Ejecutivo local pese a ser expulsada del PSOE. «En Calabria o Sicilia hay métodos de actuar parecidos cuando se intenta machacar a otra persona», afirmó por aquel entonces el regidor, elevando en tono contra la socialista. Meses después llegaría la estocada definitiva al alcalde de Ferrol en Común, cuando PP y PSOEacordaron retirarle las competencias para realizar modificaciones presupuestarias. «Hay que ser valiente y no cobarde y miserable y presentar una moción de censura», reclamó a los grupos de la oposición un Suárez cada vez más acorralado e incapaz de sacar adelante ninguna de las promesas que lo auparon a la alcaldía.

Y es que en pleno ecuador del mandato, el regidor rupturista no ha sido capaz todavía de aprobar unos presupuestos propios ni un solo año —continúan prorrogadas las cuentas del 2015 elaboradas por el gobierno del PP—, ni tampoco ha logrado sacar adelante ninguna de las propuestas estrella contempladas en el programa con el que Ferrol en Común accedió a la alcaldía. Al igual que sus homólogos en Santiago y La Coruña, optó por dejar aparcada la idea de abrir los comedores escolares en verano para prestar servicio a los niños con menos recursos. Como también quedó en el olvido la promesa de remunicipalizar servicios como el de la recogida de basura, la oficina de atención ciudadana, la gestión de los espacios culturales municipales o el mantenimiento y limpieza de los parques y jardines.

Por el contrario, las pocas propuestas que el regidor intentó sacar a adelante para cumplir con su palabra acabaron por volverse en su contra. Así, Suárez tuvo que dar marcha atrás en su idea de retirar las ayudas económicas a las cofradías organizadoras de la Semana Santa ferrolana, declarada de Interés Turístico Internacional y uno de los principales reclamos de la ciudad. Aunque lo que realmente ha provocado un mayor desgaste del alcalde entre sus propios afines ha sido el volantazo de Suárez en su postura sobre la tasa de saneamiento y depuración de aguas. Una tasa que el regidor anuló para cumplir con su palabra en campaña electoral pero que ahora intenta reimplantar sin éxito para evitar que el socio privado de la empresa mixta le pida afrontar con su patrimonio las importantes pérdidas económicas que ocasionó su decisión. El cambio de postura del alcalde rupturista no ha sido bien recibido entre sus compañeros de partido, que hace tan solo unos años acompañaban a Suárez en manifestaciones contra el anterior gobierno del PP donde reclamaban la eliminación de la tasa de saneamiento que ahora él intenta reimplantar.

«Zona cero del populismo»

La parálisis en Ferrol ha servido para que, a falta de dos años para finalizar el mandato municipal, los grupos de la oposición, con el Partido Popular a la cabeza, ya hayan calificado a la ciudad departamental como «zona cero del populismo». Tanto populares como socialistas ya han rechazado la posibilidad de acceder al órdago planteado por el alcalde y presentar una moción de censura para corregir el rumbo de una ciudad liderada por un gobierno con una minoría que cada vez se hace más patente. Todo parece indicar que Suárez tendrá que llegar hasta el final con su sueño de gobernar cada vez más convertido en pesadilla.

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