Seis diputados del PSdeG utilizan la elección de Pose contra Besteiro

La elección del senador autonómico del PSdeG por parte de los diputados socialistas se convirtió ayer en una prolongación de la polémica en el seno del partido. Los cálculos de la dirección gallega de evitar los conflictos, manteniendo la discreción, no consiguieron cerrar la gestión de una designación que arrancó el 16 de junio pasado con la dimisión de la exalcaldesa de Silleda, Paula Fernández. Además, los intentos reiterados de Besteiro de ocupar el escaño fueron truncados por su imputación judicial y por la decisión definitiva de Ferraz de cerrar la puerta al líder gallego.

Y la tercera opción, Modesto Pose, sugerida por el alcalde de Vigo, Abel Caballero, tampoco salió redonda. A pesar de que contó con 11 votos de los 17 diputados socialistas presentes, se convirtió en el chivo expiatorio del grupo contra el secretario general gallego.

Si bien, la candidatura de Pose fue respaldada por 12 parlamentarios, el duodécimo fue el de la presidenta del Parlamento, Pilar Rojo, quien voto a los dos senadores de su partido y al candidato socialista. De tal forma que la rebelión se propagó en un sector importante del grupo parlamentario.

La «falta de unidad» no le pareció relevante al elegido. Tras concluir la votación, y en los pasillos de la Cámara, manifestó: «Sé que la dirección del partido, que es como se funciona en política, me propone para ser senador y estoy muy agradecido», y agregó: «Un voto más o un voto menos no me preocupa, ni saber quién (no lo apoyó). No tiene relevancia», zanjó el anterior secretario provincial del PSOE en Pontevedra. También varios diputados consultados por ABC certificaron que no les «constaba» que «existiese» una campaña contra Pose, sino contra la forma de actuar de Besteiro».

La dirección gallega no reaccionó de forma oficial ante este nuevo contratiempo. Sin embargo, fuentes de la Ejecutiva matizaron que «Ferraz no vetó a Besteiro y pensarlo es no conocer la forma de hacer política del secretario general». Añadieron que el día de las elecciones «nadie brindó por los resultados porque estamos muy preocupados por lo qué pasó en Vigo». Y a pesar de la insistencia de la dirección en normalizar lo ocurrido, fuentes socialistas confirmaron a ABC que «el nombre del senador no se comunicó hasta pasadas las 13 horas». Del mismo modo, las fuentes consultadas por este diario aseguraron que «Besteiro trató hasta el último momento de irse para el Senado».

La situación provocada por la elección del senador es consecuencia de la guerra interna prorrogada en el PSdeG desde hace meses. La aparente calma durante la campaña electoral sólo fue una concesión para evitar las críticas internas y desgastar la marca. De hecho, la crispación de parte de las agrupaciones urbanas por los elegidos por el líder gallego para encabezar las listas provocó una huelga de brazos caídos y una inacción por omisión de un gran parte del partido.

Los meses venideros amenazan con ser determinantes. La declaración de Besteiro ante la juez Pilar de Lara y los movimientos internos pueden condicionar el liderazgo del barón gallego. La primera gran cita será el próximo día 9 de enero con la celebración del Comité Nacional del PSdeG en Santiago de Compostela.