Sánchez pide en Galicia que el PSOE retome «la senda de la izquierda»

Con un atronador aplauso por parte de las más de 500 personas que ayer abarrotaron el auditorio del Edificio politécnico del Campus de Orense y al grito de «¡presidente presidente!». Así fue recibido ayer el ex secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en el que fue su primer mitin en Galicia como candidato a las primarias para optar al liderazgo del partido. Arropado por decenas de militantes y alcaldes gallegos –entre los que destacaba el regidor de O Barco de Valdeorras y presidente de la Fegamp, Alfredo García– Sánchez reclamó que, tras este proceso interno, el PSOE sea capaz de volver a «la única senda que nunca debió olvidar, la de ser un partido de izquierdas, creíble y autónomo».

Un camino, que según el aspirante socialista, la formación perdió de vista al facilitar la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno. Por este motivo, Sánchez reivindicó el PSOE como el partido antagónico a los populares y anunció que, de salir ganador, la formación no estará «ni al lado ni debajo del PP», sino «en frente de la derecha».

El ex secretario general de los socialistas quiso lanzar también una crítica velada a su principal rival en la carrera por las primarias, Susana Díaz, al referirse a «quien dice que queremos un PSOE ganador». Sánchez aclaró que la única forma de conseguirlo es «hacer un partido unido a sus convicciones y a sus militantes, y no a la derecha». En aras de esa unidad, comprometió su palabra a que, en caso de no salir victorioso «exigirá lealtad» al futuro líder socialista. «Lo digo por experiencia, porque criticar a un secretario general constantemente es dar armas a la oposición», reprochó Sánchez.

Al discurso del candidato socialista le precedieron las intervenciones de la secretaria local del PSOE en Orense, Carmen Rodríguez Dacosta, la del alcalde de Ribadavia, la del portavoz municipal en la ciudad de las Burgas José Ángel Vázquez Barquero y la de la diputada en el Congreso por esa misma provincia, Rocío de Frutos, una de las parlamentarias que se negó a abstenerse en la investidura de Rajoy. Fue el regidor de Ribadavia, Nacho Gómez, el encargado de reivindicar el apoyo de Sánchez en Galicia por parte del municipalismo a pesar del apoyo expreso del alcalde de Vigo, Abel Caballero a Susana Díaz. «Cuando dicen que los alcaldes no estamos contigo no es cierto. Aquí estamos el 90 por ciento de los alcaldes de esta provincia», zanjó Gómez.

Ponte Caldelas

Por la mañana, Sánchez visitó el concello pontevedrés de Ponte Caldelas, donde fue recibido entre aplausos en la casa consistorial por el alcalde, Andrés Díaz, el secretario local del PSOE en Pontevedra, Agustín Fernández y por una veintena de militantes y simpatizantes del partido. «¡Es ¡muy alto! ¡Altísimo!», bromeaban algunas funcionarias del ayuntamiento tras ver de cerca al socialista. Tras saludar a los trabajadores municipales, Sánchez realizó un paseo por las calles del municipio, momento en el que se sumó a la comitiva Gonzalo Caballero, sobrino del principal valedor de Susana Díaz en Galicia, Abel Caballero.

Precisamente durante el paseo, Sánchez declaró ante los periodistas que le parecía «legítimo» que la presidenta andaluza concurriese a las primarias ya que, según el socialista, el debate entre los distintos aspirantes hace que el proceso «gane». El ex secretario general del PSOE concluyó su visita a Ponte Caldelas comiendo con un grupo de militantes en un conocido restaurante de la localidad tras admitir sentirse «ilusionado y esperanzado» con este proceso que calificó como «fiesta de la democracia».