Medio Rural cambia su estructura y separa incendios de gestión forestal

La Consellería de Medio Rural se reorganiza para dar cumplimiento a una de las recomendaciones de la comisión parlamentaria sobre los incendios . El departamento que dirige desde mediados de septiembre José González ha decidido dividir las áreas de defensa del monte —que se ocupa de la prevención y extinción de incendios— y la de planificación forestal, hasta ahora aunadas en una única dirección general.

A la espera de ver cómo se concreta el cambio orgánico en medidas sobre el terreno, el sector forestal ha acogido con satisfacción la medida. «En principio realizamos una valoración positiva, es una reivindicación histórica del sector porque lo cierto es que la lucha contra el fuego se lleva todo el esfuerzo y está lastrando la gestión forestal» , apunta Jacobo Feijoo, secretario general de la Asociación Sectorial Forestal Galega (Asefoga). La organización está formada por más de 9.000 pequeños propietarios forestales, comunidades de Montes Vecinales en Man Común, industriales de la madera, técnicos y otros miembros vinculados con la actividad y gestión forestal.

La modificación del organigrama, aprobada por el Consello de la Xunta, supondrá que la actual Dirección Xeral de Montes de desdoble. Se crea una Dirección Xeral de Defensa do Monte, en la que Tomás Fernández Couto seguirá al frente, y que gestionará la prevención y extinción de los incendios forestales. Además, habrá una nueva Dirección Xeral de Planificación Forestal, que pondrá el foco en dar valor al monte y apoyar a la industria forestal. Estará en manos del carballiñés José Luis Chan.

El secretario general de Asefoga considera necesario que exista un órgano que se centre en la gestión que, denuncia, hasta ahora ha estado desatendida. «Hay muchos problemas, por ejemplo las ayudas forestales para ordenación del monte, plantación o tratamientos silvícolas no se están ejecutando» , denuncia Jacobo Feijóo. «Hasta ahora en la práctica, Medio Rural se dedicaba 9 meses a la prevención y extinción de incendios y tres a la gestión forestal», reprocha. Aunque para Asefoga, la noticia es «positiva», Feijoo explica que hay que ver cómo se reparte el presupuesto y los recursos humanos entre las nuevas direcciones xerales.

Para el colectivo ambientalista también era necesario un cambio de orientación en las políticas forestales. «Tiene que haber un equilibrio entre la extinción de incendios y los trabajos para cuidar el monte» , explica Xosé Santos, guardia forestal y representante de los ecologistas en el Consello Forestal, un órgano consultivo de la Administración. Pero Santos, advierte, que el cambio en el organigrama no es suficiente. «Lo importante es ver qué políticas se diseñan y si las dotan con recursos económicos suficientes para llevarlas a la práctica», subraya. «Ahora hay una falta de gestión y abandono. Los ecosistemas forestales necesitan de cuidados», subraya.