Dos caras de la misma moneda
Tras la victoria de los pedristas, populismo y socialismo en Galicia van a ir aproximando estrategias y discurso, perdiendo perfil propio
Santiago Actualizado: GuardarEl gobierno municipal de Ferrol se ha convertido en el resumen perfecto de lo que supone la nueva izquierda que sufre este país, la nefasta combinación de un populismo incompetente y sectario y un socialismo acomplejado y desnortado. Entre unos y otros han sumido a la ciudad en una parálisis inadmisible a base de despropósitos cada vez más esperpénticos. Y el drama es que el nuevo partido sanchista pretende extender el dislate a todas aquellas instituciones donde el centro-derecha carezca de mayoría absoluta.
Tras la victoria de los pedristas, populismo y socialismo en Galicia van a ir aproximando estrategias y discurso, perdiendo perfil propio, condenados a defender en el ámbito local matrimonios condenados al fracaso. Da igual que quien lidere la alianza sea el PSdeG, como en Lugo, o que el alcalde lo ponga la Marea, como en A Coruña o en Santiago.
Esa coalición, explícita o implícita, de radicalismo y postureo está condenando en todos los casos a los ciudadanos a una inestabilidad perpetua.
Ejemplos sobran por toda la geografía de la Comunidad, pero es en Ferrol donde se concentran todos los vicios. Jorge Suárez y Beatriz Sestayo han perdido en dos años todo el crédito político que pudieran tener. Pactaron, rompieron y entre tanto sumieron a la ciudad en el disparate permanente. Hoy, a mitad de mandato, el autoproclamado alcalde rebelde ni siquiera es capaz de liderar un gobierno sin pulso que apenas conserva cinco concejales propios y dos exsocialistas tratados por su partido como tránsfugas. En este tiempo, ocupados en espectáculos tan grotescos como estériles, ni siquiera han sido capaces de sacar adelante un nuevo presupuesto municipal.
Y la ciudad ve cómo entre parodia y parodia se enquistan problemas, se estancan inversiones y se pierden oportunidades. Es el precio de la incompetencia. Y también el resultado natural de esta entente que los secuaces de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias parecen dispuestos a extender de cara a las próximas elecciones municipales en Galicia. La podemización del PSdeG ha diluido definitivamente las pocas fronteras que le quedaban al viejo socialismo con los mareantes. Y hoy ambos partidos no son más de dos caras de una misma moneda. Una moneda cada vez, por cierto, más devaluada.
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