El acusado de matar a su expareja a cuchilladas, en el banquillo
El acusado de matar a su expareja a cuchilladas, en el banquillo - EFE

El autor confeso del crimen de Ponte Sampaio: «Se me fue de las manos»

El acusado reconoce que solo dejó de apuñalar a la víctima cuando un vecino salió al oír los gritos

Santiago Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El juicio por la muerte de Concepción Reguera, apuñalada en octubre de 2015 en la localidad pontevedresa de Ponte Sampaio, arrancó ayer con la confesión del único sospechoso. Se trata de José Antonio Lusquiños, alias «Coco», que desde el banquillo de los acusados narró cómo acabó con la vida de la que había sido su pareja sentimental en un acto que describió como una suerte de arrebato. Atendiendo a su declaración ante el tribunal, el hombre explicó que aquella madrugada acudió a la vivienda de su exnovia porque «la echaba de menos». Cuando ella llegó le pidió que se montase con él en el coche, escenario de un crimen que se originó por «una pelea que fue a más».

En medio de la discusión, y según su relato, Lusquiños le clavó a Reguera la navaja que había sacado para hacerse un porro. «Se me fue de las manos», reconoció.

Tras esa primera puñalada, la víctima logró zafarse y salir del vehículo, pero el acusado —siempre atendiendo a sus palabras— la persiguió y le clavó el arma hasta coserla a cuchilladas. «Me cegué», apuntó ayer el acusado para aclarar que solo se detuvo cuando un vecino que vivía al lado salió alertado por los gritos de la chica. Del lugar del crimen se trasladó en coche hasta un pista forestal de la que sólo pudo salir a pie. Dejó el turismo abandonado, cruzó el río a nado y se dirigió al cuartel de la Guardia Civil de Soutomaior, pero estaba cerrado, indicó. El duro testimonio de Lusquiños finalizó con el acusado llorando y volviéndose hacia la familia de la fallecida. «Lo siento, sé que por mucho que haga no voy a poder devolvérsela nunca», lamentó. A la declaración del acusado le siguió la de los hermanos y la madre de Concepción Reguera, que se dirigió al tribunal para decir «Yo lo que quiero es que cuanto más le pueda caer de penitencia, mejor». El eco de sus palabras llegó al exterior de los juzgados de Pontevedra, donde el autor confeso del crimen fue increpado mientras se montaba en el vehículo policial de regreso a prisión.

Una pena de 20 años

Tanto la Fiscalía como la acusación particular, que ejerce la Xunta, consideran que «Coco» es culpable de un delito de asesinato con alevosía por el que piden una condena de 20 años de prisión. Por su parte, el abogado defensor mantiene que Lusquiños es autor de un delito de homicidio con las atenuantes de confesión y de problemas psiquiátricos, por lo que reduce a la mitad la solicitud de pena. El juicio por el crimen de Ponte Sampaio se retomará hoy.

Ver los comentarios