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Cinco sitios para disfrutar de una comida o cena temática en Alicante

Lugares para trasladarse a realidades lejanas mientras se disfruta de una deliciosa comida

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  1. Desafío Medieval

    Una cena que es un viaje en el tiempo. Concretamente, al pasado. El aroma del medievo se extiende por un amplio recinto perfectamente ataviado con todo lo necesario para hacer la Edad Media palpable en cada detalle, en cada uno de los personajes que protagonizan los espectáculos y en cada elemento decorativo que parece llevar siglos esperando la visita.

    Las mesas en Desafío Medieval están dispuestas a modo de grada para poder disfrutar a la vez de la comida –al estilo medieval, evidentemente– y de la función. Entre deliciosos platos y recetas, cada comensal podrá disfrutar de la rivalidad ente el trovador del condado y el mercader del califato, embelesarse con los trucos de magia de los consejeros del Conde o vivir en su propia piel la tensión entre los caballeros cristianos y los al-fâriz moros en su pugna por hacerse con las tierras de Levante.

  2. Estiatorio

    Cenar en el interior de una iglesia es posible sin acudir a pedir la generosidad del personal eclesiástico ni cometer ningún asalto indebido. En el parque Terra Natura, el restaurante Estiatorio ocupa el interior de una iglesia griega perfectamente ambientada como un auténtico templo heleno.

    En su interior se sirve comida mediterránea, nexo de unión entre pueblos, en un ambiente en el que pinturas y retablos se abren paso entre las mesas para aportar un toque de caracterización imprescindible. Una vez dentro, comida fresca a base de producto y platos al más puro estilo griego como saganaki o moussaka.

  3. Restaurante Mágico Campico

    En un ambiente de lo más singular, el restaurante Mágico Campico de Elda embelesa a sus asistentes desde que abriese sus puertas hace más de medio siglo, allá por 1963. Cocina mediterránea en un salón con una decoración mágica, como su propio nombre indica, cargado de deliciosas recetas a base de productos de calidad.

    En su carta, carnes a la brasa, pescados y mariscos de la bahía o, un clásico en tierras alicantinas, arroces y gazpachos de muy distintas formas. Un restaurante que se convierte en un mundo con aires románticos y fantásticos en el que, además, realizar celebraciones especiales con menús personalizados.

  4. El Panal de las Abejas

    Todo un paseo por Baja California y el México más gastronómico. Con la lengua en fuego, cada cena en el Panal de las Abejas, en pleno centro de Alicante, se convertirá en una experiencia divertida y sabrosa a partes iguales, en la que quienes recelen de los sabores picantes tendrán que andarse con ojo.

    En un salón caracterizado con tequila flotando en el ambiente, el restaurante sirve platos típicos de la zona baja de Norteamérica como los nachos aderezados, quesadillas, tacos o enchiladas. Además, productos de temporada, cervezas importadas de México y, cómo no, ardientes margaritas.

  5. Dos Ruedas

    Un bar con una filosofía clara, desde el nombre hasta la decoración. Ambiente motero a más no poder, tanto que casi huele a gasolina, en un local que, como no puede ser de otra forma, frecuentan todos los moteros de la zona. Será frecuente que en la puerta, aparcadas en fila, haya tantas motos que parezca una concentración espontánea.

    El local, que constantemente programa conciertos de música en vivo, es un lugar de peregrinaje habitual para hacer los clásicos almuerzos reposados mediterráneos: cervezas, bocadillos y montaditos, además de otras muchas opciones para quedarse a comer o cenar. Carne, arroces, tapas clásicas y un ambiente que, por encima de todo, pesa más que cualquier otro factor.

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