Vicente Ordaz - Señal de radio

Sobre la lealtad institucional

«En este tiempo de pandemia hemos escuchado a los cargos de Compromís de la Generalitat criticar sin tapujos las políticas dirigidas por el presidente Puig»

El martes la consellera de Justicia, Gabriela Bravo , en COPE afirmó que si estuviese en la situación actual de la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra , recuerdo, al borde de la imputación por parte del TSJ, con una investigación abierta a 13 personas de su Conselleria, y dos sentencias judiciales que ponen en entredicho la actuación de la administración a la hora de proteger a una menor tutelada, "se plantearía irse del cargo antes de dañar a la institución" y a continuación, se abrió el cielo.

En las horas posteriores ha sido glorioso escuchar a altos cargos de Compromís aludir a la falta de lealtad institucional de la consellera Bravo. Se lo hemos escuchado al alcalde de Valencia, Joan Ribó , que por ejemplo el pasado domingo y en uno de los actos más importantes y destacados de la ciudad, los homenajes a la Virgen no apareció bajo la excusa de vivir en un estado aconfesional. Una vez más no hemos entendido nada. No se trata de religión alcalde, se trata de respeto y precisamente de dignificar el cargo que se representa, o lo que es lo mismo, lealtad institucional.

Más grande ha sido escuchar en tropel altos cargos de la coalición nacionalista atacar a Gabriela Bravo por deslealtad institucional . Algo por ejemplo que importó poco a la propia Oltra el día que el presidente Puig asistía en Sevilla a un acto con el presidente de la Junta para reclamar una mayor financiación para la Comunidad. En esa jornada, marcada estratégicamente en el calendario de la Generalitat el mensaje de Oltra en Valencia fue posicionarse en favor de la tasa turística, la justificación, que en un gobierno plural todo el mundo puede y debe manifestarse. También en este tiempo de pandemia hemos escuchado a los cargos de Compromís de la Generalitat criticar sin tapujos las políticas dirigidas por el presidente Puig en relación a las restricciones a aplicar, los presupuestos de 2021 o la estrategia valenciana para la reconstrucción de la comunidad. Al parecer y siguiendo el manual de la coalición nacionalista, manifestarse en contra de las políticas de tu gobierno, al que tú perteneces no es falta de lealtad institucional, debe ser sana discrepancia democrática, pues vale!

El resumen a todo esto es que ha sido una buena semana, porque una vez más t odo el mundo ha quedado de retratado y en su sitio, sobre todo aquellos que se llevan siete años dando la "matraca" con lo de abogar por la libertad de expresión y alardean que airear disparidad de criterios es sano y democrático, aunque por lo visto y oído al parecer el concepto, solo vale para una parte. Mención aparte merecen los comentarios del senador de Compromis Carles Mulet sobre Bravo, el mismo que pidió al gobierno desde su escaño pagado por todos el manual a seguir en caso de Apocalipsis Zombie. Enfrentar los currículum profesionales de Gabriela Bravo con el de Carles Mulet es como comparar Los Ángeles Lakers de Magic Johnson con el Breogan de Lugo. El día del Apocalipsis el senador dio risa, ayer produjo vergüenza...

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