Sevilla tiene un color especial

Aquella Copa del 99 tuvo un color especial. El Valencia ha ganado títulos más importantes pero pocos son más queridos y recordados. Quizá porque hacía veinte años que no se ganaba nada, quizá por el carisma que desprendía aquel equipo, desde su entrenador Claudio Ranieri hasta algunas de sus más rutilantes estrellas, cada uno en su rol, Cañizares desbordante de personalidad, Mendieta el murciélago del escudo, o el 'piojo' López en 1999 el atacante que se rifaba media Europa futbolística.

Cuenta también que se ganó al Atlético de Madrid , pero el estribillo del 'probe Miguel' aquella lamentable canción de Triana Pura y el estadio de La Cartuja al que en 1999 se llegaba por caminos de tierra porque no tenía hechos ni los accesos figuran por derecho propio en la historia del club.

El sábado, la mesa y el tapete volverán a estar en el mismo lugar, y el Valencia tendrá la oportunidad de levantar el mismo trofeo, ojalá, pero las cosas han cambiado más para la entidad de Mestalla que los 23 años que separan ambas finales.

Ni el equipo se acerca al carisma de sus antecesores, ni la entidad de Mestalla goza del cariño y cercanía con la ciudad de entonces, la propiedad del club se ha encargado de ello, y desgraciadamente ha hecho bien su trabajo...

Pero el sábado el Valencia juega una final de Copa, y eso es algo grande, algo con lo que ni siquiera sus actuales rectores podrán acabar. Las entradas se agotaron una vez más en un visto y no visto, en Sevilla no queda una habitación de hotel desde hace semanas, en el recuerdo quedan Cañizares, Mendieta o Claudio López pero están Gayá y Soler. Ranieri está casi retirado del fútbol pero en el mismo banquillo que entonces se sentará un tipo que destila la misma pasión por el fútbol, José Bordalás .

Además de los accesos al estadio muchas cosas han cambiado, menos una, la ilusión por ver ganar a tu equipo, el de la final del 'probe Miguel', el de Kempes , el de la señera de Ressy, algo que ni Lim podrá cambiar.

Por cierto, llamativo es otra vez que tu equipo juegue la final de un título nacional y el propietario no haya confirmado a esta hora su presencia en el partido, algo que desgraciadamente ya no es ni noticia...