Laboratorio de una universidad alicantina.
Laboratorio de una universidad alicantina. - JUAN CARLOS SOLER
EXCLUSIÓN DE LOS HOSPITALES PRIVADOS

Universitarios alicantinos rechazan el decreto de prácticas por posible «saturación» y «discriminación»

Los estudiantes de Ciencias de la Salud se quejan también de los gastos de transporte extra que tendrán que asumir

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La Delegación de Estudiantes de Ciencias de la Salud de la Universidad de Alicante (UA) ha mostrado su disconformidad con el polémico decreto del Consell que impide hacer prácticas en los centros hospitalarios públicos a los matriculados en universidades privadas por varias consecuencias previsibles: hablan de «saturación» para poder realizar esta parte de su formación, de posible «discriminación» para sus compañeros de la privada y de gastos incrementados por el transporte.

Aunque la citada norma se aplica solamente a los alumnos de nuevo ingreso, este grupo representativo del campus de San Vicente del Raspeig advierte de esa «más que probable saturación de las plazas en los hospitales públicos y principalmente en aquellos de gestión privada, ya que serán los únicos autorizados para impartir formación en las universidades privadas de la provincia».

También temen «sufrir una hiperespecialización» y carencia formativa en ciertos aspectos ya que el alumno «estará limitado a un tipo de centro con una gestión determinada y no podrá formarse en diferentes sistemas hospitalarios».

«Intereses económicos»

Otro efecto negativo que vislumbran está en la motivación del personal que coordina estos ejercicios. «Sobre la tutorización de las prácticas clínicas por profesionales funcionarios, hasta ahora se está realizando de forma voluntaria como una colaboración con la universidad, por lo que no hay intereses económicos de ninguna de las partes, y se mantienen así las mismas oportunidades entre estudiantes de diferentes universidades», explican.

Asimismo, prevén más gastos de transporte, ya que al restringir las prácticas muchos tendrán que hacer un esfuerzo mayor para desplazarse al único centro al que estén adscritos.

Y finalmente «es muy probable que pueden llegar a darse tratos discriminatorios con compañeros de las universidades privadas, al ser sus plazas mucho más limitadas que las de los alumnos de universidades públicas». Por lo que concluyen con su oposición a que se aplique -está anunciado para este próximo curso, en septiembre- por no ser «igualitario».

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