Cultura

Sergi Pérez, gerente del IVAM: «Queremos que el empresariado se involucre más en nuestra financiación»

El encargado de administrar el Instituto Valenciano de Arte Moderno reclama mayor inversión estatal para una institución autonómica que busca abrirse al territorio y trascender a la idea de museo de la ciudad

El gerente del IVAM, Sergi Pérez, posa para ABC en una de las salas del museo en Valencia ROBER SOLSONA
Toni Jiménez

Toni Jiménez

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El vestíbulo del Centre Julio González del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) tiene más trajín del habitual un miércoles cualquiera a primera hora de la tarde. Es el Día de los Museos, la entrada a las exposiciones es gratuita y se han organizado actividades paralelas. Un cartel anima a los visitantes a expresar ante un micrófono abierto aquello que le gustaría hacer en este imponente espacio cultural, esté prohibido o no. La mayoría opta por escribirlo con tiza en una pared habilitada para ello. De fondo se escucha el programa de radio que se está realizando en directo desde el amplio rellano de la escalera de la segunda planta del edificio.

Es una jornada importante para una institución que empieza a recuperar el ritmo de visitas anterior a la pandemia. Se están doblando respecto al año pasado, al tiempo que se recupera a los turistas internacionales tras una etapa en la que el museo se reencontró con el público local. Abrirse al resto de la Comunidad Valenciana no es el único desafío que afronta el IVAM. Mientras aborda los problemas de temporalidad de su plantilla , tiene que lidiar con las deficiencias que arrastra un inmueble con más de treinta años de historia que no se ha cuidado como debería.

Son algunas de las cuestiones en las que ahonda el gerente de la institución, Sergi Pérez , en una entrevista con ABC . Pérez llegó a un puesto de nueva creación en 2019, fruto del cambio de modelo que promovió la ley del IVAM, aprobada un año antes. La norma equiparaba el instituto público a otros organismos similares, como el Palau de Les Arts, separando la dirección artística -en manos de Nuria Enguita- de la administrativa tras una época marcada por los escándalos. Su elección, a pesar de ser un especialista en gestión pública, causó sorpresa por no ser una persona del mundo del arte. Con casi una tercera parte de su «misión» agotada, Pérez hace balance, marca las líneas de cara a los próximos meses y desvela sus planes de futuro.

A punto de cumplir tres años como gerente del IVAM, un cargo de nueva creación por el cambio en el modelo de gestión. ¿Qué balance hace de este tiempo, marcado por la pandemia?

Hago un balance satisfactorio porque hemos reforzado la calidad de gobernanza de la institución. Tenemos una nueva ley, un nuevo organigrama, un nuevo reglamento de organización y funcionamiento… Nos hemos dedicado a fortalecer los mecanismos internos de control para evitar malas prácticas y a establecer un plan de sostenibilidad muy ambicioso con objetivos medibles, de los que tenemos que dar cuenta anualmente al Consejo Rector y a la sociedad civil.

Ahí empezamos a ver qué queríamos ser: una institución con proyección internacional pero con arraigo local . Teníamos que arreglar los problemas de temporalidad de la casa -un 70% de los trabajadores son temporales- y promover el diálogo con su entorno, para que dejara de estar de espaldas al barrio que la acoge.

¿Cómo se han reforzado esos sistemas de control para sortear situaciones del pasado que han terminado en los tribunales?

Cuando yo llegó al puesto, algunos de los casos judiciales relacionados con el IVAM seguían en marcha. Ahora todos han terminado y hay que respetar tanto la decisión judicial, como la de la Generalitat de no recurrir.

Identificamos ciertas áreas de vulnerabilidad sobre todo en la adquisición de obras de arte y eso es lo que hemos reforzado. Un Consejo Asesor independiente, constituido por personas de reconocido prestigio, vela porque la calidad y el precio de lo que compramos se ajuste a los intereses del IVAM y al mercado.

Y luego tenemos el Consejo Rector, cuya composición es muy plural, desde el punto de vista institucional y de la sociedad civil. Además, vamos publicando todos los pasos. La agenda de compra es transparente en la medida en que tiene que ser coherente con el plan con el que la directora se presenta a su elección.

ROBER SOLSONA

Han pasado dos años desde el polémico cambio en la dirección. En el seno del IVAM, ¿las aguas han vuelto a su cauce?

Cuando yo llegué había un director, José Miguel García Cortés , para el que solo puedo tener palabras de agradecimiento. La Conselleria decidió no prorrogar su contrato de director-gerente porque la nueva ley obligaba a que se volviera a sacar a concurso público. Se le invitó a presentarse a ese proceso selectivo, pero no lo hizo y Nuria Enguita accedió al puesto.

Esa transición es público y notorio que generó tensiones, no dentro del IVAM estrictamente, puesto que entre los trabajadores asumimos con normalidad los procesos de contratación, sino en el seno del Consejo Asesor -dimitió en bloque- y del Consejo Rector. E sas tensiones están absolutamente resueltas en la medida en que hemos tenido hoy un Consejo Rector y todos los puntos han sido aprobados por unanimidad, desde la oferta de empleo público hasta las adquisiciones y las exposiciones del año que viene.

¿Ese modelo de cogobernanza funciona? ¿Existe sintonía entre usted y la directora Nuria Enguita?

Me parece que este modelo es fundamental, transparente y mucho más seguro desde el punto de vista del desempeño público. Cada uno tenemos nuestras funciones marcadas por ley y el discurso es el de la directora, pero es fundamental que exista sintonía entre las dos grandes áreas de gestión de la institución porque sino los objetivos son imposibles de conseguir y no se puede trabajar. En nuestro caso, la hay. Desde el punto de vista personal respeto los caminos que está emprendiendo Enguita. La Conselleria me consta que también y mi principal función aquí es hacer posible la voluntad de los órganos rectores.

«Echamos en falta un poquito más de cuidado al IVAM en los Presupuestos Generales del Estado y en la gobernanza de la institución»

Hablando de la Conselleria... ¿El IVAM está suficientemente respaldado, no solo económicamente, por las instituciones públicas?

Nos sentimos absolutamente respaldados por la Generalitat Valenciana, que aporta el 90% del presupuesto del IVAM y que en los últimos años se ha más que doblado. Hay una apuesta política por parte de la Generalitat en su conjunto y es una cuestión muy transversal , no solo de un partido ni de dos, sino compartida, de que esta es una institución de todos que tiene que ser cuidada por todos.

No ocurre lo mismo a nivel estatal. La aportación que hace el Ministerio de Cultura al IVAM es muy desigual en comparación a instituciones más a o menos iguales de otras partes del Estado. Hemos mejorado, estamos en el entorno de los 400.000 euros, cuando venimos de unos 260.000 aproximadamente, pero seguimos estando lejos. No olvidemos que hablamos del primer museo de arte moderno y contemporáneo de España, que tiene una colección muy importante de más de 12.000 obras de arte de patrimonio público que hay que cuidar. Echamos en falta un poquito más de cuidado al IVAM en los Presupuestos Generales del Estado y en la gobernanza, es decir, en la intervención del día a día de cómo se maneja esta institución.

Y de ahí entiendo que surge su apuesta por el mecenazgo...

Es un aspecto que a mi me interesa mucho comenzar a trabajar: cómo hacemos que el sector privado en la Comunidad Valenciana, el empresariado, se involucre mucho más en la financiación de la cultura y, particularmente, del IVAM, como ocurre en muchos museos del mismo nivel en España.

También queremos abrir nuevas fórmulas de micromecenazgo que hagan que, a través de pequeñas donaciones, audiencias que están un poco más lejanas, se acerquen a un museo como este. Tenemos que buscar cierto equilibrio y sostenibilidad en nuestras cuentas.

ROBER SOLSONA

¿El plan de mejoras en el Centre Julio González que están llevando a cabo contemplaba los problemas de filtraciones que mantienen cerrada la sala de la muralla desde marzo?

Las inversiones en el edificio, desde que se inauguró en 1989 , han sido insuficientes. Hace tres años hicimos un diagnóstico para ordenar una serie de actuaciones globales para traerlo al siglo XXI: hacerlo accesible desde el punto de vista universal, más sostenible para que sea cero emisiones en un futuro cercano y plantear cómo lo conectábamos con el barrio. En las próximas semanas terminaremos la primera fase de ese plan: recuperaremos la cafetería y la tienda y haremos que el hall sea más amigable para el usuario.

Lo que ha ocurrido en la sala de la Muralla y el riesgo que entraña cuando tenemos fuertes lluvias está haciendo que esa agenda de mejoras en el edificio vaya más rápido. Es urgente que arreglemos ese espacio, pero no solo por las posibles filtraciones que pueda tener, sino porque la propia muralla -que pasa por dentro del IVAM- es un Bien de Interés Cultural y necesita cuidados, que se ponga en valor.

«Me gustaría que a finales de 2023 el IVAM pudiera estar trabajando en el Parque Central»

¿Qué plazos manejan?

Tenemos ya el proyecto entregado de la sala de la Muralla, yo espero que la licitación se desarrolle en 2022 y en los primeros meses de 2023 termine esa intervención, que es clave. Además de mitigar cualquier riesgo que pueda existir desde el punto de vista de las humedades, vamos a restaurar la propia muralla y a hacer accesible la sala. En paralelo, estamos ejecutando mejoras en los espacios internos, como la zona de oficinas, y la última parte de esa intervención consiste en recuperar la azotea como mirador a Ciutat Vella.

¿El IVAM seguirá teniendo una sede en Alcoy?

Estamos tramitando la renovación del convenio porque existe una voluntad política unánime por parte del Ayuntamiento de Alcoy y de la Fundación Mediterráneo. Para el equipo del IVAM es estratégico tener presencia en las comarcas del sur. Esto además enlaza con la agenda territorial que la directora y la Conselleria están impulsando con mucha intensidad. El IVAM es la institución a través de la cual la Generalitat articula la política en torno al arte moderno y contemporáneo, por lo que la idea es trascender a la idea de museo de Valencia.

Hemos intentado tener más presencia en el resto del territorio a través de exposiciones en Bocairent o Castellón, estamos trabajando con los municipios de menos de cien habitantes a través de intervenciones artísticas… Hablamos del despliegue de una agenda territorial en la que descentralizamos un poco la actividad del IVAM fuera de Valencia, mientras ponemos en marcha un reivindicado segundo espacio en la ciudad.

ROBER SOLSONA

Precisamente, ¿cuándo esperan que esté en marcha la nueva sede en el Parque Central?

Tenemos una nave que tenemos que poner a punto. El Ayuntamiento aprobó hace muy pocas semanas su concesión para 25 años. Hemos hecho los estudios previos sobre lo que queremos hacer desde el punto de arquitectónico y estamos a la espera de los informes de Patrimonio para que nos permitan comenzar a licitar el proyecto y después la obra. No me atrevo a dar un plazo porque hay muchos actores distintos que intervienen. A mi me gustaría que a finales de 2023 el IVAM pudiera estar trabajando en el Parque Central.

«Soy muy consciente de que alguien como yo en un sitio como este está de paso»

En los próximos meses Valencia va a contar con dos nuevos actores culturales que van a generar mucho interés, el CaixaForum y el Centro de Arte Hortensia Herrero. ¿Están dispuestos a buscar sinergias?

Las sinergias ya existen, como es lógico y natural. El equipo artístico de la casa tiene una relación, por su experiencia profesional, muy intensa con estas instituciones. Hemos hablado con todos . Desde la gestión también nos hemos ofrecido para echar una mano y estamos a su disposición. Por ejemplo, con La Caixa tenemos una larga historia de colaboración. Ha habido exposiciones míticas que han estado presentes en todos los CaixaForums.

No obstante, desde el punto de programación, cuyas líneas estratégicas tiene que marcar la directora, vamos a ver qué es necesario que nos sentemos a hablar en el día a día. Ya lo hacemos con las instituciones culturales que están en marcha en la ciudad, aunque quizá tenemos que mejorar los mecanismos de coordinación para que no sean tan informales.

La voluntad de abrirse al mundo y explorar nuevos públicos pasa indiscutiblemente por lo digital. Algunos museos, como el Prado, han hecho una apuesta muy interesante para acercarse a esa realidad. ¿Está trabajando el IVAM en eso?

La pandemia nos ha enseñado que uno de los desafíos de la gestión cultural es cómo acercarse a nuevas audiencia a través de vivir esto en digital y ahí nos dimos cuenta que teníamos grandes carencias . En los últimos dos años, especialmente desde la llegada de la nueva directora, hemos trabajado mucho en digitalizar nuestros fondos. Estamos mejorando la catalogación de nuestras más de 12.000 obras de arte porque sacamos en breve la licitación, por más de 150.000 euros, para una nueva página web muy potente, que tiene que poner a disposición de la ciudadanía nuestros fondos y dar un papel especifico a los grandes activos de nuestra colección, como Julio González, Renau o Pinazo.

ROBER SOLSONA

Todo eso que será digital, es y seguirá siendo físico. ¿Cómo gestionan todo ese volumen de obras en cuanto a la conservación y seguridad?

Tenemos una cámara acorazada con varias estancias donde está toda nuestra colección -solo se expone el 34%- en condiciones de temperatura y humedad óptimas para las obras de arte. Tenemos también a un equipo de restauración que hace la conservación preventiva de esas obras y que vigila todo lo que entra y lo que sale para exposiciones propias o para préstamos. Un conjunto de departamentos se encarga de custodiar, catalogar, investigar y conservar esa magna colección. Es el IVAM que no se ve. Solo en la biblioteca tenemos 50.300 documentos , sin contar los archivos de artistas como Renau, que tiene más de veinte mil.

¿Qué retos se pone para terminar esta etapa? ¿Se volverá a presentar al proceso de selección?

El principal desafío es acompañar en el despliegue de una programación que es súper ambiciosa. La directora está imponiendo un ritmo intenso, desde el punto de la calidad. Hay que terminar de traer el Centre Julio González al siglo XXI e impulsar la agenda territorial, acompañar esa idea de que el IVAM es algo más que un museo en la ciudad de Valencia.

Respecto a si seguir o no seguir… Yo soy muy consciente de que alguien como yo en un sitio como este está de paso . Lo lógico es que, si sigo de aquí a julio de 2023, me vuelva a presentar e intente renovar mis responsabilidades.

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