Así serán los trenes del futuro

Un tren capaz de alcanzar una velocidad de mil kilómetros por hora; que cambia los vagones por cápsulas gigantes inspiradas en los dispositivos que succionan los billetes en los supermercados; y que permitiría recorrer la distancia entre Madrid y París en apenas una hora. En la actualidad el trayecto entre ambas capitales por ferrocarril puede prolongarse más de veinte horas.

El «tren del futuro» comenzó a diseñarse en la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), donde un grupo de cinco estudiantes puso los primeros cimientos al primer prototipo del «Hyperloop». Un sistema de transporte terrestre impulsado por aire comprimido basado en cápsulas de treinta pasajeros. Juan Vicén, responsable de Comunicación y Patrocinios del proyecto, explica que el nuevo medio de transporte «podrá llevar pasajeros y mercancías sin raíles».

De esa forma, se podría cruzar Europa, desde Algeciras a Hamburgo, en solo tres horas. Menos de lo que dura un trayecto en tren entre Valencia y Barcelona.

El «Hyperloop» es un proyecto auspiciado por el multimillonario sudafricano Elon Musk con el ojetivo de reducir la carga contaminante de dióxido de carbono a través de un nuevo medio de transporte. Los cinco alumnos valencianos fueron seleccionados de entre estudiantes de trescientas universidades de todo el mundo para desarrollar el prototipo ideado por Musk, un reputado físico que en su faceta empresarial ha sido fundador de compañías como Paypal o Tesla.

El equipo de la Universidad Politécnica de Valencia participó en la «Design Weekend», organizada por SpaceX en la Universidad de Texas, donde presentó su concepto de «Hyperloop» y resultó ganador de dos premios, al Mejor Diseño y al Mejor Subsistema de Propulsión.

Tras recibir estos galardones, el equipo volverá en enero a la «POD Competition Weekend I» de California, donde pasará de la teoría a la práctica y realizará una demostración real del funcionamiento de su dispositivo, basado en «un sistema de levitación robusto, altamente eficiente energéticamente y que mejora el confort y versatilidad en las curvas». Según explican sus promotores, «al situar el sistema magnético en la parte superior del tren, no son necesarios sistemas adicionales en el interior del tubo, con lo que se reduce el coste de desarrollo y de energía».

El siguiente reto del equipo, que ya forman treinta investigadores, pasa por lanzar un «proyecto empresarial» y ha empezado una ronda con inversores con el objetivo de «materializar cuanto antes el proyecto y explotarlo comercialmente».