Luis Navarro Buciega - A todas luces

Independencia eléctrica, un aval de competitividad

«La posición de las administraciones debe ser firme y estratégica apuntalando incentivos y subvenciones que fomenten la implantación de la tecnología fotovoltaica»

Visita a unas instalaciones fotovoltaicas en la provincia de Alicante EFE

La palabra energía sigue en el foco del debate y muy a nuestro pesar, mostrando sus connotaciones menos positivas. La industria se resiente y el precio de la luz , con las subidas arrastradas mes tras mes, no para de lastrar la productividad y el margen de maniobra de las empresas, situando a muchos sectores ante un escenario imprevisible e incierto.

La última sacudida motivada por el conflicto de Ucrania y su impacto en los mercados ha añadido una gota más a un vaso al borde del derrame. Y mientras se buscan soluciones o parches temporales que alivien la situación, la realidad de algunas actividades como la cerámica , el textil o el plástico -tan arraigadas en Alicante y la Comunidad Valenciana- empiezan a moverse en un terreno de gasto poco halagüeño.

Anticiparse siempre ha sido clave para afrontar lo venidero con una mejor posición o al menos, con algo ya experimentado. Desde 2016, quienes veíamos en el autoconsumo fotovoltaico al aliado, no cesamos en sumar esfuerzos para ayudar a las empresas a ganar independencia. Una independencia del suministro eléctrico tradicional, que podía sonar rotunda entonces, pero que hoy ha demostrado ser un aval de supervivencia y productividad.

Hoy es un hecho que quienes confiaron en las posibilidades del sol están viviendo la realidad del precio de la luz desde una posición bien distinta. Ganar independencia no solo les ha permitido proteger su planificación de gasto sino afrontar este pulso con menor tensión. Ahorrando en sus facturas, hablamos de cuantías superiores al 50%, además de reducir a menos de dos años el retorno de la inversión realizada.

Visita a unas instalaciones fotovoltaicas en la provincia de Alicante EFE

Con la razón que nos ha dado el tiempo, seguimos apostando más si cabe por la independencia, por romper con ese modelo energético anclado en las fuentes tradicionales y los combustibles fósiles cuyos resultados están sacudiendo la continuidad de muchas empresas. Hay que seguir facilitando la transición hacia un modelo más sostenible , hacia la generalización de una energía limpia, barata y fácil de generar como es la procedente del sol.

Y en este paso, ya iremos tarde si no somos capaces de aprovechar las posibilidades que nos brinda la tecnología. En concreto, los sistemas de almacenamiento - baterías industriales de alta capacidad- que nos llevan a reforzar ese mensaje de independencia que iniciamos en 2016 y que vuelve a entrar en escena ofreciendo a las empresas una nueva vía de ahorro, competitividad y posicionamiento que no pueden dejar pasar.

Es por este motivo, que la posición de las administraciones debe ser firme y estratégica apuntalando incentivos y subvenciones que fomenten la implantación de esta tecnología. Acercar estas soluciones a la industria, rebajando el coste es invertir en salud para el tejido industrial del país. Es construir futuro desde la anticipación necesaria y la apuesta real por un modelo energético más autónomo, libre de ataduras y capaz de ser competitivo aun en los momentos más críticos contribuyendo, además en sostenibilidad.

Luis Navarro Buciega es gerente de Cubierta Solar

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