Guillem Bertomeu - Lletraferit
Producto de proximidad
«Mi recomendación a Ximo Puig es hacerse una marca personal propia, por encima de las siglas socialistas, donde todo hace indicar que le vendrán tiempos turbulentos»
De un tiempo a esta parte cada vez me da más pereza escribir de actualidad política. No sé si son ya estos calores, el cansancio de una actualidad marcada por el Covid-19 o la cantidad de liderazgos entre egocéntricos y «naif» de poca calidad moral y humana.
Me gustaría trasladar alguna reflexión de cara hacia nuestra tierra de los resultados acaecidos el pasado fin de semana en el País Vasco y Galicia. Por partes, han ganado los liderazgos sólidos. Íñigo Urkullu y Alberto Núñez Feijóo representan la opción moderada y sensata en cada comunidad.
La marca Feijóo está por encima de la propia marca PP, y a la vista está, que el logo PP no aparecía por ningún lado y la visita de líderes centrales, de Génova, fue a cuentagotas. Incluso con miedo a que restasen más que apoyasen .
Los partidos kilómetro 0, los enmarcados en el propio territorio, son los grandes triunfadores. Incluso Feijóo puso por encima Galicia, que cualquier afán de liderazgo nacional y la candidata del BNG, Ana Pontón , ha destacado desde los últimos meses por su carácter moderado y centrista, dentro del espectro nacionalista, separándose de socialistas y podemitas.
Otra de las características que separan a Galicia y el País Vasco de la Comunidad Valenciana es la total irrelevancia de Ciudadanos y Vox . Vox consigue el escaño pro Álava con el 1,92% de los votos. Sufragios que los ha dinamitado de la propia coalición PP+Cs que ha sido un absoluto fracaso para los populares.
Para 2023 es evidente que el tablero va a cambiar. Los valencianos siempre apostamos a lo novedoso, creo que incluso de manera irracional, con ese carácter festivo lúdico mediterráneo que nos caracteriza. Podemos , al igual que Ciudadanos y Vox , entró por la puerta grande en las instituciones valencianas, refiriéndome a les Corts. Con total probabilidad esos más que notables resultados no se repetirán en las propias elecciones. Es lo que tienen los partidos personalistas, con unos fuertes liderazgos nominativos, que después se van diluyendo tal como azucarillo . Los representantes naranjas, morados y verdes de las principales instituciones valencianas pasan totalmente inadvertidos y anónimos en nuestra sociedad.
Cuanto más se acerquen las citas electorales, y las encuestas orgánicas ya les ahonden una bajada notable de representación, las cuitas internas se exacerbarán más si cabe para aguantar el sillón. Ya lo hemos podido comprobar con el congreso interno de Podemos en la Comunidad Valenciana, con un partido dividido en dos.
Al igual que en Galicia y el País Vasco, en la Comunidad Valenciana se cuenta con un partido nacionalista y ecologista de centro izquierda, como es Compromís . ¿Qué es lo que le puede diferenciar al votante de Podemos, de no votar a Compromís?. Pues esa misma pregunta se está haciendo la corriente interna del Bloc, de cómo poder absorber al mayor número de ese votante que es principalmente urbanita.
Otra de las claves es si un posible descenso de Ciudadanos en que porcentaje seria absorbido por el PPCV y en cuál por el PSPV. Mi recomendación a Ximo Puig es hacerse una marca personal propia, por encima de las siglas socialistas, donde todo hace indicar que le vendrán tiempos turbulentos.
Lo de potenciar una opción moderada y estrictamente valencianista sería para estudiar . Se echó en falta en el reciente congreso de los populares capitalinos el uso de la lengua propia en la carteleria y en su organización, donde brilló por su ausencia. Al igual que su uso en el día a día del partido.
Vienen meses de reforzar liderazgos y de reestructuraciones. La gente en tiempo de crisis vota a personas fiables por encima de siglas. Galicia y el País Vasco marcan un nuevo camino.
