Covid-19

Fallas 2021: Joan Ribó se suma a la ofensiva contra la Generalitat Valenciana por «discriminar» a los falleros

La desescalada lenta en los casales y la falta de normativa para las fiestas de septiembre ponen en pie de guerra al colectivo frente al Consell con el apoyo del Ayuntamiento de Valencia

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Imagen del busto de la meditadora durante la 'cremà' del resto del cuerpo del monumento municipal de Valencia tras la suspensión de las Fallas en marzo de 2020 AFP
Toni Jiménez

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El espíritu de la meditadora, la figura central del monumento municipal que no se llegó a quemar por el estallido de la pandemia, ha durado poco. La falta de avances en la reapertura progresiva de los casales y la nula información sobre cómo se desarrollaran las Fallas de 2021 , previstas del 1 al 5 de septiembre tras dos años sin fiestas en marzo por el coronavirus, han desencadenado una ofensiva de las comisiones contra la Conselleria de Sanidad que tiene un nuevo aliado.

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El Ayuntamiento de Valencia se ha sumado este lunes a esas críticas contra el Gobierno autonómico por boca del propio alcalde de la ciudad, Joan Ribó (Compromís). Junta Central Fallera (JCF), el organismo autonómo del consistorio que rige las fiestas, abandonó la semana pasada la Mesa de Seguimiento que las asociaciones del sector venían convocando durante los últimos meses con el departamento de la Generalitat liderado por los socialistas.

Mismos representates, tanto de la capital del Turia como de otros municipios, con los que Ribó se ha reunido para denunciar que el Ejecutivo de Ximo Puig y Mónica Oltra «discrimina» a este colectivo y reclamar que concrete «urgentemente» la normativa para las celebraciones de dentro de dos meses.

Una «demanda formal» para que trate a los falleros «como al resto de la gente», ha indicado el primer edil, que ya trasladó a Puig en una conversación telefónica «hace hoy veinte días» ante el aumento de la «presión» en el sector.

No tiene sentido, ha señalado Ribó, que una junta directiva «tenga que ir a cenar a un bar» porque en el casal no está permitido, al tiempo que ha puesto el foco en que 900 falleros han realizado durante el pasado fin de semana un curso para coordinar las medidas contra el coronavirus en sus respectivas comisiones. «Si un grupo de personas puede cenar en su casa o en un bar, ¿por qué no puede cenar en un casal?» , se ha preguntado.

«Pedimos a la Conselleria que se pronuncie y nos diga cómo quiere las carpas, si las quiere abiertas o cerradas, cómo se tienen que hacer los pasacalles, cómo se debe hacer la limpieza o cómo tenemos que plantearnos la seguridad», ha explicado Ribó, al tiempo que ha informado de que Alcaldía aprobará este viernes una moción para dar prioridad a los permisos de actividades de la primera semana de septiembre en todos los servicios municipales ante las inminentes vacaciones del personal.

«Si Sanidad no hace las cosas muy rápido, daría como plazo máximo una semana, llegaría tarde y pondría en grave peligro que se puedan desarrollar de una manera normal» las fiestas, ha agregado.

Imagen de la reunión de este lunes del alcalde de Valencia, Joan Ribó, con colectivos falleros ABC

Por su parte, el concejal de Cultura Festiva de Valencia y presidente de JCF, Carlos Galiana, espera que la Mesa Interdepartamental COVID de la Generalitat «abra la mano» en este sentido durante su encuentro de este martes en el que se tienen que perfilar las nuevas restricciones, que entrarán en vigor el 1 de julio , para contener el repunte de la pandemia de los últimos días.

La Comunidad Valenciana ha abandonado por primera vez en más de tres meses el riesgo bajo de transmisión, tras situarse por encima de los cincuenta casos de incidencia acumulada debido a los contagios detectados, sobre todo, entre jóvenes y estudiantes.

Galiana ha pedido «coherencia» en sus decisiones a la Interdepartamental porque «en los casales -cuyo horario de actividad está limitado a tareas administrativas- no ha habido brotes» pero «no se puede beber ni agua».

«El miedo que tenemos es que si hemos tardado aproximadamente un mes en esa desescalada que todavía no está en los casales, ¿cuánto vamos a tardar para tener la normativa de las Fallas?», ha cuestionado, haciendo referencia a que «no se sacan a la calle y se plantan de un día para otro», sino que comportan un trabajo «muy importante», también a nivel administrativo, «y eso se tiene que hacer con tiempo».

Misma posición que la del presidente de la Interagrupación de Fallas de Valencia, Guillermo Serrano, que ha coincidido en pedir a las instituciones que «no nos pongan piedras en el camino» . «Llevamos veinte días trabajando en este asunto con la Conselleria pero no ha habido acuerdo» y los falleros tienen «cierto cabreo» porque entienden que hay «una discriminación» respecto al resto de ciudadanos.

«Queremos trabajar para futuro. Faltan sesenta días para poder plantar y queremos dejarnos de estas cosas que no tienen beneficio para nadie y trabajar en hacer esas Fallas tranquilos», ha zanjado Serrano.

«El virus sigue ahí»

La respuesta a estas declaraciones ha llegado en forma de tuit. La consellera de Sanidad, Ana Barceló, ha respondido a Joan Ribó asegurando que «en plena pandemia no se puede dar un ultimátum» porque «el virus sigue ahí afuera».

«Entiendo la ilusión y las ganas, pero tenemos que actuar desde la màxima responsabilidad. Sigamos siendo prudentes», ha añadido Barceló.

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