Coronavirus

Desescalada del confinamiento: mapas del Covid-19 por barrios para adelantar el fin de la cuarentena

La Asociación Española de Geografía plantea el uso de la cartografía para un desconfinamiento gradual

En directo: última hora del coronavirus y el estado de alarma en la Comunidad Valenciana

Dos transeúntes se cruzan en una calle de Valencia, protegidos con mascarillas MIKEL PONCE

J. L. F.

¿Por dónde empezar a salir del confinamiento? Las predicciones sobre la curva del coronavirus y cómo programar esa «desescalada» tienen en cuenta hasta ahora cálculos temporales, un calendario, pero también se puede prever en función del espacio, por zonas. La Asociación Española de Geografía (AGE) trabaja en un proyecto para aplicar la tecnología de la cartografía y delimitar barrios de cada ciudad donde el Covid-19 ha bajado su incidencia y se puede adelantar el fin de la cuarentena.

Con los primeros resultados, «se ha generado un modelo predictivo que permite identificar dónde se sitúan las áreas de máxima peligrosidad de contagio en cada momento, y cuáles son, por tanto, los espacios clave de actuación mediante medidas anti-propagación», explican los impulsores de esta iniciativa, que también ayuda a actuar en los barrios todavía muy afectados, donde no se pueden aflojar las medidas de confinamiento.

«Cartografía de riesgo de propagación de la pandemia Covid-19 en entornos urbanos», nombre del proyecto, ha arrancado en Andalucía, donde la geógrafa de la Universidad de Málaga María Jesús Perles coordina un nutrido equipo de especialistas, aunque desde la asociación nacional han invitado a contribuir con trabajos de campo desde otras universidades de toda España.

De hecho, el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, planteó el pasado fin de semana introducir criterios de zonas geográficas para programar medidas más flexibles a la hora de salir de la cuarentena, no necesariamente coincidentes con las Comunidades Autónomas. También, según criterios de grupos de población, por ejemplo, los niños antes , o por sectores económicos.

A partir del número anónimo de afectados por edificio y la fecha de diagnóstico (sin más datos personales), se pueden discernir las áreas de la ciudad libres del virus, que suelen coincidir con las más afectadas al principio de la crisis y que al cabo del tiempo son las primeras en pasar a estar limpias y con más población inmunizada.

Los geógrafos pretenden ayudar, de esta forma, a que «el desconfinamiento sea lo menos lesivo posible para la economía y para la salud de los ciudadanos aislados: ¿Por qué esperar a que en toda España se cumplan unas mismas condiciones para levantar el confinamiento?», han explicado a Efe el presidente de los geógrafos, el catedrático de la Universidad de Alicante Jorge Olcina , y la coordinadora del proyecto.

Precisión por calles

Este sistema permite «atinar» en el plano y a nivel de barrio e, incluso, de calle «qué vecinos pueden comenzar a pasear ordenadamente con sus hijos y qué negocios pueden abrir al público».

Del mismo modo que apunta las zonas donde ya ha pasado el riesgo, la plataforma cartográfica ofrece información sobre los focos de propagación más peligrosos, los espacios de la ciudad por los que transitan un mayor número de probables positivos asintomáticos y cuáles son los principales movimientos intra-urbanos de estos.

«El objetivo es intensificar y reforzar las medidas anti-propagación en los espacios clave, para cortar la cadena con mayor eficacia», señalan en la web donde se presenta el proyecto. Esas áreas más críticas son, a la vez, útiles, para conocer dónde resultará más eficaz realizar tests de diagnóstico, dado que allí «se reúnen más cantidad de transeúntes potencialmente propagadores, con una mayor densidad de población afectable».

La cartografía dibuja en el espacio las áreas de muestreo idóneas para que los esperados test den resultados realmente representativos, señala los espacios clave para desinfectar y ayuda a gestionar la logística e intendencia en los centros sanitarios o residencias de mayores.

«Conocer a dimensión espacial del contagio es trascendente», ha recalcado a Efe Perles, quien ha declarado que geógrafas y geógrafos de universidades de todo el país llevan semanas ofreciendo a los expertos y autoridades sanitarias al frente de la gestión de la pandemia esta herramienta «de apoyo a la decisión», sin resultado todavía.

Como con el cólera

«Ofrecemos nuestra formación científico-técnica y, apoyados por la empresa ESRI España, nuestros laboratorios cartográficos», ha indicado Perles antes de recordar que el vínculo de esta ciencia con la cartografía de los datos epidemiológicos se remonta nada menos que a 1832 , cuando el geógrafo francés Charles Picquet mapeó el cólera en los 48 distritos de París.

Para el presidente de los geógrafos españoles, Jorge Olcina, esta ciencia «quiere poner su experiencia en análisis espacial de procesos de riesgo al servicio de la sociedad española» para «poner al virus en su sitio».

En los foros de expertos en Geografía se ha echado en falta desde el principio de la crisis del coronavirus «un enfoque espacial más afinado» del contagio, como se ha demostrado eficaz en el caso de Corea del Sur y sobre todo al constatarse que la propagación se produce por los desplazamientos y relaciones sociales de los ciudadanos.

Estos marcan el contagio, por dónde circula el virus, cuáles son sus rutas preferentes y dónde anida con más intensidad, por lo que un sistema de información cartográfica facilitará «afinar más» y que, «en vez de atacarlo a la misma vez por todo el país», el combate sea en « espacios precisos , dejándolo aislado y cortando su cadena de alimentación».

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