Arqueologia

¿Por qué se derrumbó el primer edificio que sufrió un terremoto en la historia en España?

La «arquitectura pasiva» de los fenicios en el Cabezo Pequeño del Estaño en el siglo VIII antes de Cristo ignoraba la sismicidad del sur de Alicante

Vista aérea de la ciudadela fenicia FERNANDO PRADOS

J. L. Fernández

El primer terremoto que afectó a una zona habitada en España ocurrió en el año 740 antes de Cristo -así está documentado- en lo que hoy el es yacimiento arqueológico del Cabezo Pequeño del Estaño en Guardamar del Segura (Alicante). Y no dejó títere con cabeza porque la construcción era obra de los fenicios, que no habían tenido en cuenta la sismicidad de aquellas tierras entonces costeras.

Aquellos ingeniosos comerciantes procedían del otro lado del Mediterráneo y levantaban muros altos, con mampostería y trabados con tierra, al no estar acostumbrados a esos movimientos telúricos y practicaban una « arquitectura pasiva », de ir reconstruyendo todo cuando se les caía.

No hay indicios de que hubiera víctimas mortales y se calcula que debió tener una intensidad de 5 en la escala Richter, lo que provocó que el techo cayera aplastándolo casi todo.

Hace unos días, en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid se han dado a conocer detalles de los últimos hallazgos en este espacio único en Occidente, sobre todo, un taller de metalurgia completo para la producción de plata como solo se conocen en Israel y El Líbano (de época fenicia) o en Huelva con los tartesos.

Restos cerámicos hallados en el yacimiento F. PRADOS

Pero para el público general profano en arqueología, resulta lógico preguntarse cómo pueden los expertos saber que muchos de los restos encontrados bajo tierra habían caído por un temblor de tierra y no, por ejemplo, por una batalla con vecinos enemigos.

«Hay un montón de indicios: el yacimiento tiene dos fases de construcción, se funda o construye y luego reconstruye después del terremoto; vemos grietas parcheadas, murallas levantadas después con contrafuertes; también, hay muros retorcidos, con presiones por dos lugares diferntes», explica Fernando Prados , del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico ( INAPH ). Y otra «evidencia» más obvia es que «todos los muros caen en la misma dirección, de este a oeste, y eso no puede ser por una acción violenta de humanos», ni tampoco por el abandono de esta morada, en cuyo caso luego las paredes se van cayendo poco a poco, en diferentes direcciones.

Cuando los arqueólogos desentierran, además, se encuentran con sedimentos vegetales entre capas y capas, conforme fueron derrumbándose esos muros.

Por suerte, el hombre aprende de la experiencia y otro yacimiento cercano, La Fonteta , en solo unos 70 años y unas tres generaciones después, ya nacidos allí, muestra cómo cambian la arquitectura y construyen por tramos más cortos, con tirantes intermedios de refuerzo, de forma que los seísmos no afecten a todo el conjunto, sino a uno o varios de estos módulos, por llamarlo así.

No es la única curiosidad que atesora esta antigua morada de fenicios, porque el equipo en el que trabajan este profesor de la Universidad de Alicante, Antonio García (Museo Arqueológico de Guardamar del Segura) y Helena Jiménez (Universidad de Murcia) ha encontrado un patrimonio valioso. «Un pequeño horno, ánforas para calentar el metal y fabricar plata, han venido colegas alemanes a verlo porque tenemos los lingotes, galena argentífera para extraer la plata, que procedía de Totana, de Mazarrón, se puede decir que hemos cerrado el círculo», describe con satisfacción Prados.

Imagen difundida por el Ayuntamiento de Guardamar sobre el yacimiento ABC

En Madrid han presentado el edficio y resultados de los análisis de esa plata, además de explicar otros detalles de un proyecto autorizado por la Generalitat y que ha renovado por cuatro años la financiación del Ayuntamiento de Guardamar del Segura, anteriormente gobernado por el PP y ahora por el PSOE, sin que ambos partidos hayan cuestionado en absoluto su continuidad, y el respaldo también de la Universidad de Alicante.

La previsión apunta a tres años más de excavaciones y otro más para la consolidación y hacerlo visitable .

El propio nombre del yacimiento, asociado al nombre del paraje, el «estaño», tiene su origen en una influencia idiomática curiosa y propia de esta zona, de un «valenciano de frontera», porque cuando se descubre, el arqueólogo muicipal preguntó por el topónimo y le dijo un agricultor de allí que se conocía como «Los Estaños», una castellanización de la palabra «estany», que significa zona inundable.

Los restos indican que, efectivamente, en el siglo VIII antes de Cristo todavía era un paraje costero, el mar llegaba al pie del yacimiento actual y era una marisma .

De hecho, el cardenal Belluga repuebla en épocas más recientes buena parte de la comarca de la Vega Baja con gente después de la peste, y también hace «bonificaciones» con la tierra seca , para poder cultivar, aunque ahora el mar está a dos kilómetros, una franja desocupada, donde no hay edificaciones salvo algún extranjero despistado a quien no advirtieron de que es zona inundable, tal como ocurrió durante la última gota fría en septiembre.

El taller de metalurgia F. PRADOS

Otro dato revelador descubierto es que toda la construcción está configurada con la medida del «codo biblico» o « codo egipcio ». «La arquitectura en la Edad del Bronce no tiene nada que ver con lo que hemos encontrado allí, sino que utilizar la unidad métrica del mundo antiguo, 52 centímetros, como cuando Salomón encarga a los fenicios la construcción del templo», recuerda Prados.

Por eso, «está todo construido de una vez y con un plano y eso trae los problemas de la sismicidad, al no tener flexibilidad», abunda este especialista.

Se conserva una cuarta parte en pie, porque la actividad de una cantera afectó al resto en 1989 , lo que permitió descubrir el yacimiento . También hay fotografías aéreas, de vuelos de la Confederación Hidrográfica del Segura captadas antes de la construcción, lo que permite ver la traza de la muralla

La concejal de Cultura y Patrimonio Histórico de Guardamar del Segura, Pilar Gay, ha valorado la presencia de este equipo divulgando las características de esta ciudadela fenicia en una cita de alto nivel en arqueología como la conferencia ofrecida en Madrid.

Un enclave situado en la margen derecha del río Segura con una antigüedad de 2.800 años con una cronología que comprende desde el 780 al 650 antes de Cristo (a.C).

Muralla sur del yacimiento F. PRADOS

Gay destaca los distintos yacimientos arqueológicos en su término municipal, «únicos en toda la Península Ibérica tanto por su continuada cronología cultural como por su excelente conservación ».

Se mantiene en pie uno de los mejores ejemplos de arquitectura defensiva oriental de España, con un lienzo de casamatas que presenta alzados superiores a los dos metros de altura y donde han sido localizadas, una manzana de viviendas y un almacén, además del taller de metalurgia de plata completo.

El seísmo destruyó buena parte del núcleo amurallado y una serie de espacios públicos y estructuras urbanas conocidas como casamatas , utilizadas para almacenar y tratar cereales , adosadas a la muralla de unos 4,5 metros de altura.

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