La clave valenciana ante el 20-D

La Comunidad Valenciana siempre es protagonista de las campañas para las elecciones generales, pero ante el 20-D los cuatro partidos con más opciones de participar en el futuro Gobierno (PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos) y también aquellos que luchan por mantener representación (Izquierda Unida y UPyD) han prestado una especial atención a la región. Tanto en la reiterada presencia de sus líderes nacionales como en los mensajes territorializados dirigidos a los votantes valencianos.

La Comunidad no es ajena al retroceso del bipartidismo que se vive en toda España, y el escenario está más abierto que nunca. Esa circunstancia –novedosa tras dos décadas de dominio electoral aplastante del PP–, unida al hecho de que la región es la cuarta que más escaños aporta al Congreso (32 asientos entre las tres provincias) junto a Castilla y León, ha convertido a Valencia y Alicante en objetivo prioritario durante la campaña.

Rajoy ha hecho doblete –arrancó la campaña en Orihuela y la cerró ayer en Valencia–, y se ha prodigado en promesas electorales específicas para la Comunidad. La fundamental, el cambio del modelo de financiación autonómica. Pero también el agua, la zona franca de Alicante o el Corredor Mediterráneo.

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El PPlogró 20 escaños por la Comunidad en las últimas generales, con casi 1,4 millones de votos. Un dato que queda muy lejos de las expectativas ante el 20-D, que en el mejor de los casos apuntan a 11 o 12 asientos. Las generales serán el primer test del nuevo PPCV, tras perder la Generalitat y la mayoría de grandes ciudades hace medio año. Mejorar el nivel de respaldo de las autonómicas y superar la media de apoyo estatal al PP se interpretaría como un éxito para la nueva presidenta, Isabel Bonig.

Bajón socialista

El PSOE, que no ha logrado capitalizar el desgaste del PP debido a la irrupción de los partidos emergentes, también ha echado el resto en la Comunidad. Pedro Sánchez protagonizó en el ecuador de la campaña, el domingo pasado, uno de los mítines más multitudinarios de la región con 8.000 personas en La Fonteta –ayer Podemos-Compromís batió el registro–, y realizó varios actos de campaña en la provincia de Alicante el miércoles. Los mensajes del candidato socialista han sido menos específicos que los de Rajoy, aunque también se ha comprometido a reformar el sistema de financiación en sus intervenciones.

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El PSPV, a pesar de presidir la Generalitat, atraviesa su momento más bajo de apoyo electoral en la región. El resultado que coseche el próximo domingo puede marcar un punto de inflexión o terminar de hundir a las siglas –especialmente en Valencia ciudad y la provincia–, sin contar con la influencia que las generales pueden tener en la composición del Consell y el Pacto del Botánico. No en vano, Compromís yPodemos, que se presentaron por separado a las autonómicas, van ahora en coalición y aspiran a mejorar el dato de los socialistas. En 2011, el PSOE obtuvo casi 700.000 votos y 10 escaños. Las expectativas actuales se quedan en 7 como máximo.

Compromís y Ciudadanos

Compromís ha subido como la espuma desde que en 2011 aprovechó el «voto del 15-M» en la Comunidad para situar a Joan Baldoví en el Congreso por Valencia. Tras el espectacular resultado de las autonómicas y municipales –especialmente en Valencia–, los de Mónica Oltra aspiran ahora a lograr hasta siete actas de la mano de Podemos (que en 2011 no existía) y, se supone, formar un grupo propio en la Cámara Baja.

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Han protagonizado la mayor movilización de la campaña en la Comunidad, con mensajes basados en las políticas sociales y el lema «rescatamos personas». Pablo Iglesias cerró anoche la campaña en Valencia para subrayar la importancia de la región para su proyecto.

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En cuanto a Ciudadanos, que a finales de 2014 ni siquiera aparecía en las encuestas, ahora aspira a obtener entre seis y siete diputados. Su candidato, Albert Rivera, también ha hecho doblete (en Alicante el primer fin de semana de campaña y en Valencia el pasado) para afianzar las opciones de una formación que tras las autonómicas se quedó en terreno de nadie y ejerce una oposición plana en las Cortes. El resultado del 20-D y el escenario posterior podría contribuir a definir su papel en la región.