Mas asegura ser víctima de «caza mayor» y afirma que la Fiscalía «sobreactúa»

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha asegurado que los dirigentes de Convergència son objeto de «caza mayor» por parte de la Fiscalía y la Guardia Civil, a quienes acusa de «sobreactuar», tras la detención del tesorero de CDC y del registro de la sede de este partido.

Mas ha comparecido ante los medios de comunicación tras firmar el decreto de constitución del nuevo Parlamento catalán, que tendrá lugar el lunes día 26. El líder de CDC ha defendido la empresa pública Infraestructuras de Cataluña, que ha sido registrada por la Guardia Civil. «Pueden mirarlo todo, llevarse toda la información que quieran porque estoy convencido al cien por ciento de que los contratos de adjudicación son absolutamente impecables. Tiene un sistema supergarantista y transparente», ha dicho.

Ha añadido que está dispuesto a comparecer esta misma semana para explicar este sistema para explicarlos en el Parlamento catalán, es decir, mañana o pasado.

Respecto a la intervención en la sede de Convergència, Mas ha manifestado que "en todas estas actuaciones hay por parte de la Guardia Civil y la Fiscalía una sobreactuación, me dicen que los medios estaban avisados". Ha dicho que «no es ajeno a los momentos que estamos viviendo». Ha asegurado que los miembros de su partido son víctimas de una «caza mayor» y que las personas que llevan la gestión diaria de CDC cuentan con «mi absoluta confianza».

Negociaciones

Respecto a las negociaciones para ser investido presidente, como pretende su candidatura, Junts pel Sí, ha pedido paciencia para llegar a un acuerdo con la CUP. Ha recordado que, si no logra ser investido por mayoría absoluta o por mayoría simple, hay un plazo hasta el 9 de enero para presentar un candidato. De lo contrario, sería necesario convocar nuevas elecciones, algo que Mas ha dicho que quiere evitar. No obstante, ha garantizado que el Gobierno en funciones seguirá actuando, está plenamente operativo.

Respecto a la resistencia de la CUP a investirle presidente, ha asegurado que «no se trata de un tema de Artur Mas, sino de legitimidad democrática». En este sentido, ha dicho que las pretensiones de ambas formaciones son "legítimas", pero ha recordado la diferencia de votos entre ambas. "Hay gente a la que interesa que me vaya, pero creo poder decir que siempre me la he jugado", ha dicho, para defender un trayectoria secesionista.