El estudio Vilablanch recupera «La Herencia» de Coderch

La obsesión de Juan Antonio Coderch por los interiores de sus casas le llevó a dibujar el proyecto que bautizó«La Herencia» y que se ajustaba a las necesidades de cada cliente a lo largo de su vida. Si un matrimonio compraba un piso de recién casados y después ampliaba la familia, era evidente que necesitaba habitaciones para sus hijos… El arquitecto también contemplaba cuando los hijos se van de casa y quedan estancias vacías.

El año pasado descubrimos los planos originales de «La Herencia» en una magnífica exposición sobre Coderch que se organizó en la tienda Minim con motivo del centenario de su muerte. La comisaria de la muestra, Elina Vilà explicaba hace meses con todo detalle los planes del genial arquitecto que ideó viviendas preparadas para expandirse o contraerse.

Por desgracia Coderch nunca vio cumplido su sueño pero sí Elina Vilà, ingeniera constructora, que junto a su socia Agnès Blanch, diseñadora de interiores, ha ideado el interior de diez viviendas unifamiliares en Llavaneras que siguen la máxima de adaptarse a nuevas formas de vidas.

El estudio Vilablanch es pionero en esta propuesta que ha tenido mucho éxito. «Hemos presentado un interiorismo muy práctico y flexible que se adapta a la necesidad que tiene la familia de crecer», explica Elina Vilà. Estas primeras diez viviendas también responden a un forma de vida que contempla todas ventajas de la domótica, los nuevos aislamientos e incluso un huerto común que abastece a todos los vecinos y que cuidará un payés de la zona. La gestión energética es una de las preocupaciones de estas viviendas que curiosamente están a pocos kilómetros de Caldetas donde Coderch construyó la Casa Ugalde, sin duda su obra maestra.