Una guardería de Barcelona será desahuciada el martes y dejará a 50 bebés sin clase

Una guardería de Barcelona cerrará sus puertas en menos de una semana por un desahucio. Así lo ha comunicado la dirección del centro privado Sant Agustí, ubicado en el distrito del Eixample, a los padres de los 50 niños matriculados que acudían a sus clases, de entre cero y dos años. La guardería ya no prevé retomar la actividad tras la Semana Santa.

Según detalla la portavoz de los padres afectados a Ep, Carol Rodríguez, los responsables del centro les han explicado que han recibido una notificación por edictos de una demanda de desahucio de los propietarios del local arrendado, con los que tenían un contrato indefinido desde hace 65 años.

La guardería ha reconocido a los padres que están siendo víctimas de una situación de "mobbing inmobiliario", aunque Rodríguez ha asegurado que el centro había dejado de pagar el alquiler a raíz de unas molestias provocadas por unas obras de rehabilitación realizadas en el inmueble en 2015.

El anuncio ha cogido por sorpresa a las familias, algunas de las cuales llevaban menos de un mes en la guardería, como explican desde Efe.

Algunos padres comentan que habían recibido avisos de algunos vecinos del edificio para que no matricularan a los hijos este curso, porque sospechaban que el desahucio se podría ejecutar antes del mes de septiembre.

El cierre del centro se ha confirmado después que una juez ha fallado a favor de los propietarios y se ha denegado la prórroga de la ejecución del desahucio que los responsables de la guardería habían pedido al Tribunal Constitucional.

Buscando alternativas

Dada la situación, algunos padres se han dirigido al Consorcio de Educación de Barcelona (CEB), que ha estado estudiando junto con la Inspección de Educación las vacantes que existen en las guarderías privadas cercanas para informar al centro y a las familias.

Las familias, por su parte, están ahora realizando gestiones para que los niños puedan finalizar el curso escolar juntos, a poder ser en el mismo centro, retrasando el deahucio, y así minimizar el impacto del cierre. Entre sus quejas, además de separar a los niños, está el hecho de que las cuotas en otras guarderías son superiores a las del Sant Agustí.

Por su lado, el CEB facilitó ayer durante una reunión con los padres afectados un listado de vacantes: "Era como un bingo", lamenta Rodríguez, que ha insistido en que ninguna familia sabe en que centro acabarán sus hijos.

La gerente del Instituto Municipal de Educación de Barcelona (Imeb), Emilia Andreu, ha explicado este martes que desde el CEB se ha seguido la situación: "Nos hemos puesto en contacto con las guarderías privadas de la zona para que ofrezcan plaza a los niños matriculados en la de Santa Agustí".

Desde el Imeb se garantiza que los 50 niños puedan repartirse en ocho centros, algo que impediría que los bebés terminen el año juntos, como sus padres querrían.