Joan Carles Valero - Letras Expectativas

Suma que multiplica

El cóctel de separatismo y populismo difícilmente obtiene resultados positivos para la economía

Gran parte de los problemas de la humanidad surgen de la falta de liderazgo o de líderes tóxicos, políticos cuyas actuaciones no buscan el bien común. Desgraciadamente, carecemos de líderes del carisma de Nelson Mandela, que logró unificar un país dividido entre blancos y negros gracias a su firme apuesta por construir puentes, reconocía el periodista y escritor John Carlin en la última conferencia de la temporada del Cornellà Creació Fòrum.

Cuando en este país vamos de la mano, somos imbatibles. El consenso político y el modelo de gobernanza público-privado entre instituciones y empresarios en torno a los Juegos Olímpicos y el relanzamiento de Fira de Barcelona en el año 2000, son dos ejemplos de que la unión produce notables resultados para nuestra sociedad, mientras que no ir juntos tiene costes. El prestigio cuesta mucho ganarlo y se desvanece rápidamente. Las siete plagas se ciernen ahora sobre Barcelona como consecuencia de irresponsables y unilaterales actuaciones. A la huida de empresas se ha unido la caída del turismo, la restauración y el comercio, hasta el punto que el Consell de Gremis se sumó ayer al sector hotelero en su reclamación a las administraciones para que incrementen la inversión en promoción con el dinero recaudado del impuesto turístico.

Pero Ada Colau no parece tener como principal preocupación recuperar el turismo y el comercio como principal motor de la economía generadora de empleo y garantía del Estado del bienestar, sobre todo desde que ha provocado la inestabilidad de su equipo tras romper el pacto que mantenía con el PSC. Todos los empresarios saben que la estabilidad y la seguridad jurídica son fundamentales para captar inversiones y mantener la actividad, pero los independentistas y sus comunes compañeros de viaje, cegados los primeros por la confrontación con el Estado y los segundos con el derribo del régimen del 78, han despreciado las evidentes consecuencias de su actuación.

La última ha sido la pérdida de la Agencia Europea del Medicamento. A Puigdemont y a su ex conseller Comin debemos agradecer el trabajo sucio realizado desde Bruselas al hablar pestes de nuestro país. Josep Bou, presidente de Empresaris de Catalunya, señala con estupefacción la anticampaña también emprendida por la alcaldesa al declarar que las bases de su organización no eran partidarias de la citada agencia. El cóctel de separatismo y populismo difícilmente obtiene resultados positivos para la economía. Mientras que la suma, multiplica.

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