El protocolo de la impunidad

Veo perpleja que los noticiarios nacionales se hacen eco del nuevo protocolo impulsado por el Ayuntamiento de Barcelona para evitar desalojos extrajudiciales.

Dicho así, suena correcto pero en realidad lo que se pretende es blindar la impunidad de las okupaciones ilegales de viviendas y, a la par, desproteger jurídicamente más si cabe a sus legítimos propietarios.

La okupación ilegal es una práctica muy habitual en Barcelona, tan habitual como ver a concejales de los ayuntamientos del cambio dándole apoyo.

En Barcelona, el artífice de este “protocolo de la impunidad” es Jaume Asens, un abogado que ha dedicado su carrera profesional a defender a terroristas y okupas y que hoy luce galones de teniente de alcalde de Derechos de Ciudadanía y DDHH.

Curiosa paradoja.

Es el mismo concejal que vio un claro delito de odio en la agresión de un perturbado a una mujer musulmana, y en cambio definió la agresión de radicales independentistas a unas seguidoras de la selección española como “cosas que pasan”.

Es curioso que el ayuntamiento de Barcelona se haya preocupado con tanta rapidez por poner en conocimiento de la fiscalía las prácticas oscuras de la empresa que desocupa por la vía expeditiva viviendas usurpadas a sus legítimos dueños, y en cambio no haya movido un dedo para evitar que organizaciones mafiosas okupen edificios enteros de viviendas para después realquilarlas a familias vulnerables, aprovechándose de su situación con extorsiones y amenazas.

El protocolo de Asens es un blindaje de la okupación ilegal en el que se pretende involucrar a la fiscalía y a los tribunales, y así perpetuar la desprotección jurídica de los propietarios de viviendas de las ciudades con alcaldes del cambio.

Lo urgente es reforzar la protección jurídica de los propietarios, garantizar procedimientos judiciales rápidos y eficaces que les devuelvan el legítimo uso de sus viviendas y poner coto a la impunidad con la que actúan mafias que ocupan propiedades ajenas para luego hacer negocio.

Carina Mejías es presidenta del grupo municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Barcelona