El primer concurso de butifarra de huevo da la bienvenida al Carnaval

Los ganadores del certamen, David Roig y Ramón Hernando, prevén vender más butifarras gracias a la visibilidad que les otorga la iniciativa

BARCELONA Actualizado: Guardar
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El Gremio de Carniceros de Barcelona y Comarcas prevé vender una media de 250 kilos de carne para elaborar butifarras de huevo a cada una de las 2.250 tiendas que representa la Federación Catalana de Carniceros y Charcuteros. De hecho, los agremiados vaticinan para este año un incremento en torno al 2% de las ventas de dicho producto artesanal y típicamente catalán.

Este crecimiento se debe, en parte, a la celebración del primer concurso de butifarra de huevo que ha organizado la Fundación de los Oficios de la Carne para poner en valor los productos tradicionales, dado que “el objetivo es realzar la figura del maestro artesano”, apunta Pròsper Puig, vicepresidente del Gremio de la Carne. El certamen, que da la bienvenida al Carnaval, ha premiado la mejor butifarra tradicional y la más innovadora en su primera edición.

Dos ganadores

Un jurado de maestros artesanos de la “Confraria del Gras i Magre”, integrado por Joan Riera, Pere, Duran, Josep Noguera, Ricard Julià, Pròsper Puig y Jordi Vilà, ha laureado a Ramón Hernando por elaborar “una butifarra esponjosa, tierna, con la sal justa, un toque de pimienta blanca y con un huevo bien cocido”, cuyo secreto es usar una buena materia prima, huevos de calidad y carne selecta. Con todo, el experto es positivo y augura “un incremento de las ventas en Carnaval” gracias a la visibilidad que les ha otorgado el concurso.

El ganador en la modalidad de la butifarra más innovadora, David Roig, ha cautivado al jurado con una butifarra de huevo con hígado de pato y membrillo, ideal para degustar con el vino Sauterns. El artesano pronostica un ascenso de las ventas, ya que “la gente cada año espera nuestras butifarras”. Por ello, en esta ocasión ha elaborado 18 variedades.

Fiesta gastronómica y solidaria

Más que un concurso, se ha celebrado una fiesta gastronómica en la que cada concursante, tras inscribirse y aportar 3 kilos de butifarra, ha presentado su propuesta a un jurado experto en el sector cárnico que ha degustado los productos hasta escoger a los ganadores: uno para la categoría más innovadora y otro para la más tradicional. Según Josep Dolcet, secretario del comité organizador, “las butifarras presentadas, sobre todo en la categoría tradicional, han reflejado claramente las composiciones y las diferentes maneras de elaborar”.

Después de evaluar el aspecto interno y externo de las butifarras presentadas, algunos miembros del jurado como Ricard Julià, ha apuntado que “este concurso sirve para intercambiar opiniones y formas de hacer” dentro del mercado, lo que supone un incremento de la creatividad a la hora de cocinar butifarras. Por su parte, Joan Riera, también del tribunal, ha razonado que “todos los participantes son artesanos con conocimientos y que se atreven a innovar”.

La Federación de los Oficios de la Carne ha reunido toda la carne sobrante del concurso con el fin de donarla a la Fundación Banco de los Alimentos. Una iniciativa solidaria que encara la “Confraria del Gras i el Magre”, una organización sin ánimo de lucro que defiende y da a conocer las mejores carnes y su valor nutritivo.

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