'Misa a seis voces'. La catedral emergida

Con todos estos elementos, Magrané crea obra llamada a ser indispensable, con una arquitectura propia de las grandes catedrales

Musica Reservata de Barcelona BCN

Pep Gorgori

Música: Magrané, Lassus, Guerrero, Palestrina, Clemens non Papa. Intérpretes: Musica Reservata de Barcelona. Pedro Teixeira, director. Fecha: 18 de julio. Lugar: Catedral de Gerona. Festival Nits de Clàssica.

Después de tres años de trabajo, el compositor Joan Magrané presentó el domingo la versión completa de su 'Misa a seis voces' en la Catedral de Gerona. Encargo del Festival 'Nits de Clàssica', varios fragmentos se habían ido estrenando en años sucesivos, hasta bastir este monumento de cincuenta minutos. Musica Reservata de Barcelona abordó la partitura con pulcritud bajo la dirección del maestro Pedro Teixeira, y acompañándola de varias composiciones de autores del siglo XVI sobre textos del Cantar de los Cantares. Se acentuaba así la sensualidad de la música de Magrané, tan sacra y al mismo tiempo tan profana como la de sus predecesores.

La partitura, publicada por la editorial Ficta, es un tributo a la polifonía medieval y renacentista que tanto fascina a su autor. Con un lenguaje plenamente contemporáneo, tiene importantes puntos en común con los autores de hace cinco siglos. Ellos eran libres de la escritura tonal porque aún no la conocían; Magrané lo es porque ya la hemos dado por superada. Hay algo de poesía en estos extremos que se acaban tocando.

El análisis de la obra escapa a lo posible en el espacio de un artículo breve, pero aún así conviene no dejar de lado algunos aspectos relevantes. La Misa de Magrané se engarza en una tradición secular, y el compositor no solamente lo sabe bien sino que asume su papel de portador de esa llama. Mas allá de la superficie, fascina ver su uso de la retórica, terreno donde destacaron Josquin, Palestrina y Bach, por citar solamente tres compositores de diferentes épocas.

No hay un solo recurso usado en balde, desde los juegos aparentemente sencillos en la incorporación sucesiva de las voces según sus rangos (de agudas a graves o al contrario) hasta la conducción de las líneas melódicas en sentido ascendente o descendente, las reiteraciones de estructuras y conceptos… Todo atiende a un programa musical y espiritual que es la clave de la composición.

Al mismo tiempo, el uso de intervalos pequeños (un semitono, un tono) da en todo momento sensación de sutilidad, sin renunciar a saltos mayores cuando la retórica lo requiere ni a incluir melismas para subrayar, como ya se hacía en el canto gregoriano, determinadas palabras. Por poner ejemplos concretos, se podría citar la triple invocación del 'Sanctus' o el eterno 'Dona nobis pacem' con el que terminan el 'Agnus Dei' y la obra -ambas partes se estrenaban este domingo-.

Con todos estos elementos, Magrané crea obra llamada a ser indispensable, con una arquitectura propia de las grandes catedrales. Música que emerge de la música misma, que se mira en el espejo de su propia superficie para saberse atemporal y eterna.

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