Repensar Cataluña

Miquel Porta Perales: «Volver a la normalidad nos costará entre 15 y 20 años»

Miquel Porta Perales (Badalona, 1948) es uno de los ensayistas más lúcidos en activo. Ingeniero técnico químico, también licenciado en Filosofía, es colaborador de FAES y firma en ABC de manera regular

Miquel Porta Perales ABC

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Hasta aquí hemos llegado. ¿Y ahora qué?

Pues de manera muy sintética, resiliencia y Constitución.

¿Esto tiene cura?

Sí, pero la fractura social, política y económica que ha generado el «procés» tardará años, probablemente generaciones, en cicatrizar.

Nos hemos hecho mucho daño.

Sí, y volver a la normalidad, entre comillas, que teníamos antes puede tardar perfectamente entre 15 y 20 años. O más: las nuevas generaciones están cortadas con el mismo patrón identitario y excluyente, incluso más, que define al nacionalismo catalán.

¿Qué tardará más en sanar? ¿La fractura social?

Sí, la brecha entre familias y amigos tardará más. El proceso ha sido una frustración, porque ha colapsado, y muchas veces la frustración conduce al odio, al resentimiento a las fobias, y eso tarda mucho tiempo en curarse, si es que lo llega a hacer. Es un daño social muy difícil de administrar.

Hablar de fractura social era un tabú, incluso se decía que plantearlo era provocar.

El proceso está trufado de mentiras y engaños, y la negación de la fractura social es uno de estos engaños. Aquí ha funcionado mucho la espiral del silencio. Gente que prefiere no expresarse, incluso ser muy condescendiente con el nacionalismo, por aquello del qué dirán en el trabajo, los amigos...

Déjeme ser positivo. ¿Sobre qué base reconstruimos?

Usando el lenguaje de las sectas, de lo que se trata ahora es de hacer una desintoxicación ideológica, política, sentimental, desintoxicarse de las ideas unilateralistas. El independentismo ha sido un engaño, pero ha creado adicción. Y no hay paraíso.

Sobre una base emocional no valen argumentos.

Sí, el independentismo juega con las emociones, los sentimientos, que es una de las causas del populismo. El independentismo es un populismo particular, pero populismo en mayúsculas.

Aquí disfrazado de progresismo.

Es muy curioso. Sí, incluso se disfraza de movimiento revolucionario, en el sentido positivo, cuando se trata de un movimiento que incumple la legalidad democrática. No es progresismo, es puro reaccionarismo, volver 200 años atrás.

¿Es posible el cambio?

-Si hubiese un gobierno constitucionalista, el cambio político sería obvio, claro. Si repite el gobierno independentista, perdemos otros cuatro años, o dos, o tres, que es lo que duran aquí las legislaturas. Sería un proceso de acumulación de fuerzas. No irían a por otro proceso unilateral, porque tienen la experiencia nefasta de 2017, y nadie quiere ir a prisión, como es lógico. Lo volverán a intentar, pero quizás en 10, 20 o 25 años. El otro día Roger Torrent hizo un llamamiento y apelaba no a la independencia, sino al horizonte de la independencia.

¿En 25 años estaremos en las mismas? No nos deprima.

Yo no lo veré.

Veo que no es optimista. Insisto: ¿hay posibilidad de cambio?

El horizonte de cambio en el sentido que yo querría, de Constitución y ninguna concesión, lo veo complicado. El independentismo tiene un millón de votos muy movilizados. No veo gran posibilidad de cambio.

¿Un gobierno de ERC, PSC y comunes sería un cambio?

Lo podría ser. Pero un gobierno así estaría muy condicionado por los intereses del PSOE y su necesidad de apoyos en el Congreso. Con lo que eso obligaría al PSC a hacer grandes concesiones o, si no, romper con ERC, con las consecuencias que esto tendría en Madrid.

Sobre la mesa, la vía Valls. Elegir lo malo, un tripartito, antes que permitir lo peor, que siga Junts.

Sí, mejor un tripartito de izquierdas con ERC, que un tripartito «indepe» con ERC, Junts y la CUP.

¿Cree en la idea de una ERC que ha bajado de la montaña?

Me lo creo a medias. Han bajado de la montaña porque no tienen otra alternativa. Saben que el proceso ha colapsado, y hacen de la necesidad virtud. No creo que ERC practique con convencimiento lo de la lealtad constitucional, no me lo creo.

¿El artefacto Junts y los personajes que trufan su candidatura son el mejor ejemplo de la degeneración del «procés»?

Del gobierno de los mejores al de los peores. Pero siguen contando con mucho apoyo entre los fanatizados por el «procés». En su mayoría, personas en su momento sociológicamente antifranquistas, pero que tampoco militaron en el antifranquismo. Y que ahora pueden participar en un movimiento que no es arriesgado, indoloro.

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