El judoca de Gerona acusado de abusos «apartaba» a las menores de sus familias
Tras tres denuncias, los Mossos d'Esquadra no descartan que haya más víctimas ya que el profesor impartía clases en locales de varias localidades, teniendo así contacto con centenares de jóvenes
Todo comenzó en 2016, aunque las denuncias se formalizaron hace unos días, después de que una niña relatase a su madre que había sufrido abusos sexuales por parte de su profesor de judo . La progenitora hizo una asociación de ideas: «si esto le ha pasado a mi hija, puede haberle ocurrido a más», y así contactó con otra madre que se había desvinculado «de golpe» del club Hajime . Fue así como otras dos alumnas del instructor de Vilafant (Gerona) lo señalaron como su abusador y formalizaron las quejas en la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Figueras el 4 de noviembre, en un contexto de «hermetismo», para evitar levantar sospechas entre el entorno de él. La policía catalana lo arrestó el martes y, tras pasar a disposición judicial, se encuentra en libertad con cargos. La abogada de las afectadas, Olga Carbonell, detalla a ABC que el modus operandi de Daniel A., de 30 años, pasaba por « captar la voluntad de las niñas . Daba pasos, pasos y pasos, apartando incluso a la familia y poniéndose él como referente».
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A pesar de las tres denuncias, la causa contra el docente está abierta por dos presuntos delitos de abusos sexuales a menores . La tercera víctima acaba de cumplir los 18 años y fue su madre y no ella quien el pasado martes compareció ante la juez que instruye el caso. «Ella no se ve con fuerzas. No está preparada todavía», explica Carbonell.
Más víctimas
Las otras dos menores tienen ahora 16 y 17 años. La última habría sufrido los abusos de forma «reciente», mientras que la primera hace ya unos tres años –entre los 13 y los 14-. Podrían no ser las únicas. Los investigadores de la policía catalana no descartan que haya más víctimas al haber estado el presunto abusador en contacto con centenares de menores. Y es que el profesor de judo no impartía las clases en un local fijo. « Concertaba espacios municipales con diferentes ayuntamientos de la comarca para dar clase », detalla la abogada. Entre otras poblaciones, en Vilafant, Castelló de Ampurias, Vilamalla, Cabanas y Salt.
«Otra cosa será que las familias lo sepan, porque cuesta mucho dar el paso de reconocerlo y explicarlo», apunta Carbonell.
Uno de sus temores es que, ahora que ha quedado en libertad, el instructor de judo se ponga en contacto con alguna de sus alumnas para tratar de evitar que le denuncien por los mismos hechos. «Estaría cometiendo un delito de obstrucción a la justicia», advierte la abogada, consciente de que será imposible poder controlar lo que este haga. La Fiscalía no pidió prisión provisional para el detenido, aunque ella sí, precisamente por este motivo.
A pesar de no haber ingresado en la cárcel, sobre él pesan cautelares como la prohibición de acercarse y comunicarse con las denunciantes, así como la de impartir clases de judo . El sospechoso, sin antecedentes penales y natural de Vilafant, es presidente y profesor de la asociación Hajime . Tras más de dos décadas practicando judo –es cinturón negro–, tiene el título de técnico de esta disciplina y de defensa personal.
Cataluña encabeza los delitos sexuales
Cataluña es la comunidad española donde se registran más delitos sexuales , según reflejan los datos que el Ministerio del Interior publicó ayer. Durante 2020 fueron 2.306 ilícitos de esta tipología, lo que supone el 17,5% del total del conjunto del país (13.174).
La comunidad también encabeza los abusos sexuales . Suponen casi el 16% del total de las registradas en España: 893 durante los últimos 12 meses. Por detrás se encuentran Andalucía (890) y Madrid (866). Eso sí, con las restricciones por la pandemia, Cataluña experimentó un descenso del 24% de estos delitos, en comparación con 2019. Después de las Islas Baleares, según indica Interior, es la mayor bajada del país. Disminuyeron los porcentajes de todas las tipologías relacionadas con delitos sexuales excepto los contactos online a menores, que pasaron de 101 a 122 durante el encierro.
