«Ur», la identidad del Delta

La vida real supera con creces a la demagogia política tantas veces impuesta en la búsqueda de esa Cataluña feliz, ahora partida en dos. Pero es difícil romper con artimañas políticas la identidad de un pueblo, las tradiciones milenarias que siguen vivas entre sus gentes; y eso pasa en las Tierras del Ebro, en el Delta, en donde el culto al toro se mantiene como parte importante del ADN de la comarca.

Allí, quieren ir más allá, quieren que esa seña de identidad se convierta también en su marca, una marca que englobe desde la oferta cultural y turística a la gastronómica, que ponga en valor una tierra que es reserva de la biosfera. Todo con el toro como protagonista de esa cultura, de esa gastronomía, de esa interacción de la ganadería extensiva con el medio ambiente.

Las diez ganaderías que permanecen activas en esta zona regada por el último tramo del padre Ebro lo han tenido claro y se han unido en el objetivo de poner en marcha y en valor su lucha. Crear una marca que identifique tanto la tierra como la importancia que allí tiene el toro, no solo en los días de fiesta. El toro en el campo, el toro en libertad, el medio protegido por su cría, y el toro en la calle y en la plaza. Auténtica identidad de los pueblos del Delta.

La ganadería de los Hermanos Margalef ha diseñado la marca, que bajo el denominado «Projecte Ur» ha de desarrollarse en colaboración con el Departamento de Cultura y el Instituto para del Desarrollo de las Comarcas del Ebro. No es casualidad que esta divisa de Margalef haya sido la impulsora, pues no son ni novatos ni advenedizos, ya que la ganadería data de finales del siglo XIX, por si alguien dudara de su implantación en el territorio.

«Ur», de uro, sin complejos. Un proyecto que quiere seguir y conseguir todo lo hecho en Francia bajo la marca «Bou de la Camarga», una cobertura para alimentos de calidad derivados de la carne del toro, y otros agrícolas de la zona como el arroz.

«Ur», de uro. El toro, una marca para el Delta del Ebro.