Europa lideró el recorte de emisiones antes de la pandemia

China sigue a día de hoy asentada como el primer agente contaminante del mundo

China ha aumentado considerablemente sus emisiones en los últimos años EPA

Miquel Vera

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La pandemia de coronavirus frenó en seco la economía global y facilitó un retroceso en las emisiones de CO2 sin precedentes desde la revolución industrial. No obstante, la inercia hasta el momento en el que estalló la crisis sanitaria era de aumento de la contaminación, una tendencia que debe revertirse una vez se reanude la actividad con inversiones enfocadas a la economía sostenible. Así lo testifica el último informe de situación de las emisiones de CO2 en el mundo elaborado por la Fundación Empresa y Clima, la fundación «la Caixa» y la Oficina Española de Cambio Climático, que señala que la Unión Europea fue la única potencia económica mundial que recortaba sus emisiones (un 1,9%) antes del inicio de la crisis sanitaria mientras que la China, Estados Unidos y Rusia se alejaron de la descarbonización.

«Estados Unidos aumentó mucho sus índices de contaminación durante la administración Trump, que negaba el cambio climático. La India siguió desatada por su dependencia del carbón como base del crecimiento del PIB. En el caso de China el gran incremento de su economía acarreó también un aumento de las emisiones y Rusia se subió al carro de Estados Unidos y se alejó de las políticas europeas de reducción», ha explicado a ABC Arturo de las Heras, economista y responsable de este ambiciosa radiografía sobre emisiones del CO2 en el planeta. Según alerta, el mundo vio como entre 2018 y 2019 las emisiones crecían, dejando atrás una etapa de estabilización de las emisiones abierta tras la última gran recesión global.

Según el informe (el más importante en el ramo ya que resume las últimas cifras oficiales a nivel mundial), China sigue a día de hoy asentada como el primer agente contaminante del mundo al emitir, sólo en 2018, 9.528 toneladas de CO2, un 3,1% más que en el año anterior. En segundo lugar, y a una notable distancia, están los Estados Unidos, que expulsaron a la atmósfera 4.921 toneladas (+3,4%). Por detrás quedan otras grandes economías como India (2.307 toneladas), Rusia (1.587 toneladas), Japón (1.587 toneladas) y Alemania, la primera economía europea en el ránking mundial de emisiones, con 696 toneladas de CO2. En cuanto a las oscilaciones, Indonesia, Vietnam o Nigeria fueron los países que más aumentaron sus emisiones en términos estadísticos mientras que países como Arabia Saudí o Suecia lideraron las caídas.

«Hoy, la UE encabeza la bajada de emisiones por los compromisos de reducción de emisiones que tiene, que son muy ambiciosos. En el resto del mundo preveemos un cambio radical en Estados Unidos con el gobierno Biden, que esperamos que de resultados a corto plazo. En cuanto a China, observamos una estabilización, además, el país tiene unos objetivos de reducción también importantes», expone De las Heras. A su parecer, si China y EEUU se activan en la lucha contra el cambio climático, eso tendrá un efecto sustancial a nivel planetario a corto y medio plazo. En cambio, la India y pequeños países también en desarrollo lideran la nota negativa, ya que han experimentado un aumento constante de las emisiones y una dependencia no resuelta del carbón.

El estudio, presentado hoy a bordo de un ferry con emisiones cero que hace la ruta de Balearia Barcelona-Menorca, también señala que aunque Alemania sigue siendo el país más contaminante de Europa, es a la vez el país que encabeza el cumplimiento de los objetivos del recorte de emisiones dentro de la UE. De hecho, entre 1990 y 2018 la economía motor de la Unión ha logrado recortar casi un 30% sus emisiones de CO2. También Francia e Italia lograron, en ese largo periodo, reducir sus emisiones en más del 15%. España, por el contrario, lideró en esa etapa el aumento de la contaminación a nivel comunitario con un incremento del 22% que no solo la aleja del cumplimiento de los objetivos europeos, sino que la convierte en líder del aumento de la contaminación dentro de los 27, una tendencia negativa que también siguen otras economías menores del sur del continente como Portugal (+20,5%), Chipre (+62,7) o Malta (+168,9%).

Agenda ambiental

«Debemos ser capaces de prevenir y anticiparnos para evitar riesgos, no podemos seguir guiando nuestras inversiones solo con teniendo en cuenta el PIB o la rentabilidad, hay que ir más allá y tener en cuenta elementos naturales, que son la base real de nuestra economía», ha reconocido hoy Valvanera Ulargui, directora de la Oficina Española del Cambio Climático, organismo dependiente del Gobierno. Asimismo, ha resaltado que la agenda ambiental debe ser la verdadera palanca de transformación para sortear la crisis causada por la pandemia. «Todos los grandes agentes han apostado por una recuperación verde y sostenible», ha añadido tras reconocer que esa es una gran diferencia en comparación con la anterior crisis mundial, la financiera de 2008, cuando la agenda «verde» quedó fuera de la lista de prioridades de los Gobiernos, las empresas y los organismos económicos internacionales como el FMI. Aunque España acarrea una inercia negativa en las últimas décadas, en el periodo que comprende el estudio sí se observa una reducción de las emisiones del 1,4%, una cifra algo por debajo de la media de la UE (que marca la disminución en el 1,9%). En este periodo, Bulgaria y Liechtenstein destacaron como los países con mayor reducción de las emisiones en Europa.

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