Un tuit de Cañete aviva los reproches entre PSOE y PP por el fin del carbón
La Junta incide en pedir un plan para una «transición justa»
El fin de la minería del carbón y las térmicas volvió a caldear ayer el cruce de declaraciones y reproches entre la Junta de Castilla y León y el PSOE.
Primero echó combustible al fuego de las críticas el secretario regional del PSOE, Luis Tudanca, quien criticó la «hipocresía» del PP en esta materia, pues, argumentó, mientras en la Comunidad acusan a Pedro Sánchez y su Gobierno de «ser el enterrador» del carbón, el miércoles, Miguel Arias Cañete, comisario de Acción por el Clima y Energía y exministro del Gobierno con el PP, publicase un tuit «anunciando a bombo y platillo el fin» del mineral negro en la Unión Europa. «Estoy esperando unas declaraciones» de los populares, urgió Tudanca, quien, durante un desayuno para hacer balance del año, dijo que le «gustaría» la «misma contundencia, rectificación y, si puede ser, disculpa» por parte de los populares, pues ese comentario en la red social deja claro que es Europa quien acaba con el carbón.
Escrito en inglés, lo apuntado por Arias Cañete señala que se está «poniendo fin al carbón» en el Vieja Continente y señala que a medida que se avanza «hacia la energía limpia», van desapareciendo los combustibles fósiles altamente contaminantes, lo que «iría en contra de los acuerdos de París».
Desde la Junta de Castilla y León, su portavoz, Milagros Marcos, no entró a valorar el tuit que dijo desconocer, e incidió en que lo que piden es que la reunión prevista entre el presidente de la Comunidad, Juan Vicente Herrera, y sus homólogos de Asturias, Javier Fernández, y Aragón, Javier Lambán, con la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, tenga sus «efectos». «Que escuche» a las tres regiones y luego se ponga en marcha un plan de transición energética «justa y razonable».
Falta de contacto
Marcos incidió en la «importancia» de esa reunión -prevista para la próxima semana, pero aún sin fecha cerrada- y que se «escuche» a las comunidades antes de tomar la decisión definitiva de cierre de las térmicas, con un millar de puestos de trabajo en juego. «Hasta donde sabemos, ni ha habido contacto con las comunidades ni hay un plan estratégico que garantice la actividad económica en las zonas cuando se produzcan los cierres, ni se ha establecido qué porcentaje de ese carbón autóctono debe formar parte del mix energético», reprochó la portavoz. Y fue muy crítica con la «alfombra roja» puesta por el Ejecutivo socialista que está «animando» a las empresas para que cierren las centrales térmicas.
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