Empresas

Tractores y cosechadoras para los más pequeños

La empresa salmantina Rural Toys vende juguetes relacionados con el campo y el mundo rural

El gerente de Rural Toys, Manuel Gómez ICAL

IVÁN TOMÉ

Lo rural no ha pasado, ni mucho menos, de moda. Y eso lo demuestran, por ejemplo, los resultados de este tipo de turismo, en el que Castilla y León continúa a la cabeza un año más. Y esta apuesta por los pueblos, por el campo y por todo lo relacionado con ello se nota también en proyectos emprendedores. Este es el caso de la compañía salmantina Rural Toys, una firma de juguetes totalmente relacionada con este mundo y que ofrecen artículos como tractores y maquinaria agrícola de diferentes escalas, desde pequeñas piezas tipo coleccionista hasta algunas de ellas con pedales, o herramientas de jardinería y huertos urbanos adaptados para los más pequeños.

Esta pequeña firma nació hace más de cuatro años en parte gracias a una empresa familiar de maquinaria agrícola, ya que los clientes de esta compañía «nos pedían aquellos juguetes de las máquinas de sus padres» y de ahí surgió la idea de crear la marca juguetera, «porque vimos un nicho de mercado que estaba sin cubrir», afirma el gerente de Rural Toys, Manuel Gómez. Así crearon todos los productos que tienen en su catálogo, que aunque el cliente potencial son niños, los más mayores también son participes de adquirir los juguetes rurales, sobre todo los de escala más pequeña o «de colección, aunque también tenemos muchos adultos que buscan artículos de radiocontrol».

Asentados en Ciudad Rodrigo (Salamanca) se percataron casi antes de empezar de que el mercado potencial era pequeño, a no ser que se aliasen con la tecnología e internet. Y eso es lo que hicieron, nacer junto a una página web en la que poder vender sus juguetes y que llegasen a más clientes. «Entendíamos que si no actuábamos de esta manera, el negocio no funcionaría. Y pasada ya la cuarta campaña de navidad, la marca se sostiene por si sola y va funcionando bastante bien. Y no solo en intenet, sino que en la tienda física local también obtiene buenos resultados , y cada vez más».

Unas niñas juegan con juguetes de Rural Toys ICAL

En un principio, el mundo rural y el cliente particular eran los aspectos clave en los que se desarrollaba la línea de negocio. Pero eso quedó atrás. Si bien es cierto que los particulares siguen dando el 80 por ciento de los beneficios del negocio, cada vez más se administra a empresas, y ese es el rumbo que tienen para crecer en un futuro. Asimismo, tras dos años en activo se dieron cuenta que donde más demanda hay y al final, donde más venden, en parte porque hay más población, es «en las capitales , porque al final muchos de sus habitantes tiene algún vínculo con el medio rural, y nuestros juguetes son una manera de que ese vínculo perdure».

Animar a los pequeños

Simular esa actividad agraria no deja de animar a que, en un futuro, igual los más pequeños de la casa le cojan gusto al campo y se dediquen a estas labores. «Al final estás alimentando los valores del mundo rural y, quizá en unos años, gracias a esto se pueda evitar también la despoblación de los pueblos que se está viviendo» , apunta Gómez. Pero a pesar de que todo pueda parecer de color de rosa, el emprendimiento trae consigo muchas horas de trabajo y al final «saber un poco de todo» y es «todo un reto, sobre todo en un sector como el nuestro, que la demanda es muy estacionaria, con lo que hay que ser rápido y adaptarse muy bien a los cambios, además de estar en continua formación en ámbitos relacionados con el mercado digital».

Al final, esta experiencia en el mundo rural les convierte en «especialistas» de este nicho de mercado y la constante formación les ayuda a hacer frente a las grandes compañías, que son su verdadera competencia. «Aunque algunos grandes almacenes tengan algunos de nuestros juguetes, nosotros abarcamos toda la gama del producto rural», asegura Gómez, quien también destaca su cercanía al cliente, algo que escasea en las multinacionales, y el precio más competitivo que poseen.

Ahora, para el futuro, uno de los retos que se pone Rural Toys es «poner en valor los servicios logísticos y que estas empresas tengan altura en las zonas rurales, ya que en épocas de mucha demanda, el servicio no es todo lo bueno que podría ser» y tratar de llegar al mercado portugués , un lugar al que ya venden, pero no hay «una web específica para la venta al país vecino, que es lo que queremos hacer», así como una página en internet para la venta a empresas y ocupar otros nichos, para que los juguetes rurales lleguen más allá de los propios pueblos.

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