Ignacio Miranda - Por mi vereda

Servir y abrir el corazón

«Del temblor y temor inicial tras la designación, Manuel Herrero asume su función de servidor con una inmensa confianza en Dios»

Ignacio Miranda
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«Voy con vocación de servicio y de disponibilidad desde la humildad». Hace unos días, leo y releo este titular de una entrevista para corroborar que no hay errores. Cuatro sustantivos como cuatro soles de mediodía repletos de fuerza, compromiso, convencimiento en una misión e ideas claras. Me pregunto quién puede pronunciarse con semejante rotundidad en estos tiempos de medias tintas, de tibios discursos para no molestar, de ridículos eufemismos de pitiminí o cansinos tuits hueros de contenido, que reflejan hasta qué punto nos comunicamos para no decir nada.

De entrada, uno intuye que el mensaje no proviene de un político, gran empresario o deportista de elite. Suena a frase de un tipo normal. Hilando fino el retrato robot, descartas que pueda ser una persona joven por lo que representan esos cuatro valores, sobre todo la modestia.

Al fin se descubre el enigma. Aparece en la foto un señor con alzacuellos y mirada afable que esta semana ha sido nombrado nuevo obispo de Palencia, dentro del empeño del papa Francisco por promocionar discípulos misioneros que salgan a la calle para anunciar en nuestros días la alegría del Evangelio.

Manuel Herrero, de 69 años, hasta ahora vicario general de Santander, estará al frente de una diócesis de casi 400 templos y 167.000 almas. El prelado electo es agustino, orden en la que profesaron San Juan de Sahagún, San Alonso de Orozco, Fray Luis de León, Mendel o el padre Cámara, al igual que Nicolás Castellanos, quien protagonizó el gesto -y la gesta- de dejar su báculo y su mitra a orillas del Carrión para irse a trabajar por los más necesitados de Bolivia mucho antes de que Evo Morales alcanzara la presidencia. Del temblor y temor inicial tras la designación, Herrero asume su función de servidor con una inmensa confianza en Dios: «Quiero conocer a la gente, ver, escuchar y, sobre todo, abrir el corazón». Que aprendan otros muchos.

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