El Captur es el último modelo de éxito de la marca francesa que ha salido de la factoría vallisoletana
El Captur es el último modelo de éxito de la marca francesa que ha salido de la factoría vallisoletana - AFP
Economía

Renault España busca el apoyo de su plantilla para lograr un nuevo modelo para Valladolid

El tercer plan industrial mantendría la

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La puja está abierta y Renault España quiere volver a ganar. Ya lo hizo en plena crisis económica cuando se sobrepuso a una situación crítica y consiguió la adjudicación del Plan Industrial 2010-2013, y volvió a colgarse la medalla en el siguiente reparto de productos, el del periodo 2014-2016. El éxito del Captur, el Kadjar y el último Mégane ha permitido que las factorías del rombo en Valladolid y Palencia vuelvan a trabajar al máximo rendimiento y en paralelo hayan podido llevar a cabo una constante modernización de sus instalaciones. En total, ambos planes han supuesto una inversión de 1.100 millones de euros y la creación, sólo en los últimos tres años, de 4.000 empleos netos. Con este bagaje a sus espaldas, la dirección del grupo se reunió ayer con la representación de los trabajadores para plantearles la posibilidad de pactar una nueva «candidatura» con la que sacar adelante un Tercer Plan Industrial de la multinacional francesa.

Sobre la mesa, una carga de trabajo capaz de consolidar el futuro a medio plazo de Renault España y todo por negociar. «El histórico habla a favor de todos», recuerdan fuentes de la marca del rombo. El proyecto supondría la asignación de un nuevo vehículo para la planta de Carrocería Montaje de Valladolid y el inicio en 2018 de una nueva actividad de inyección de aluminio en el centro vallisoletano. Además, la factoría de Motores produciría en Europa las generaciones 7 y 8 del Motor K9. Según la documentación presentada al Comité Intercentros, la fábrica de Palencia se beneficiaría de unas mejores condiciones de competitividad, lo que reforzaría su posición ante posibles adjudicaciones de nuevos productos.

Más competitividad

La compañía contempla que la llegada de este plan mantendría para la fabricación de vehículos y de componentes mecánicos unos volúmenes anuales de producción media similares a los alcanzados en 2015 -en las condiciones actuales del mercado-, tanto de volumen como de mix de productos. Para Sevilla se espera la adjudicación de la producción de la caja de velocidades TX30 y un avance de la actividad de ingeniería en España con la potenciación del Centro de I+D+i.

El objetivo pasa por cerrar un acuerdo que, según la empresa, «mejore la competitividad y flexibilidad» y, de esta manera, la valoración que se hará de las instalaciones españolas en la localización de futuros proyectos. El tiempo apremia. La Dirección general del Grupo adoptará una decisión sobre el destino de los nuevos productos a finales del mes de marzo, por lo que la propuesta de Renault España tiene que presentarse antes de esa fecha. Por ahora, la próxima reunión con el Comité Intercentros está fijada el 3 de febrero, cuando los representantes de la plantilla deberán decidir si aceptan o no abrir una nueva negociación.

Apoyo de la Junta

La Junta de Castilla y León por su parte ofrecerá a Renault su apoyo y colaboración para el desarrollo de un nuevo plan industrial para las plantas de la Comunidad, en Palencia y Valladolid. Así lo aseguró en declaraciones a Ical la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, quien pidió a la empresa y los representantes de los trabajadores que hagan un esfuerzo para alcanzar un acuerdo que permita lograr nueva carga de trabajo.

En ese sentido, la responsable de política económica mostró la «satisfacción» que le genera a la Junta que se pueda incrementar y mejorar el empleo, con la adjudicación de un nuevo vehículo, así como otras líneas de producción, a las plantas españolas. Pilar del Olmo aseguró que el Gobierno autonómico está a disposición de la compañía para estudiar el nuevo plan industrial, con el objetivo de prestarle su apoyo.

Asimismo, Del Olmo confió en que sindicatos y la empresa alcancen un acuerdo sobre las medidas de flexibilidad que demanda la compañía, algo que recordó ya ocurrió cuando se negoció el anterior plan (2014-2016) y siempre ha sido valorado por todos los actores implicados. El ejemplo de diálogo social vuelve a ser protagonista.

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