Tribunales

Orden de captura contra el excontable de Lex Nova por su incomparecencia en el juicio por apropiación

Presuntamente, sustrajo 400.000 euros en beneficio propio de las cuentas de la mercantil entre 2005 y 2012

Valladolid Actualizado: Guardar
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La Audiencia de Valladolid ha dictado orden de busca y captura por su incomparecencia en el juicio para quien fuera jefe de contabilidad de la mercantil Lex Nova, actualmente Aranzadi, J.A.M.M, acusado de un delito continuado de apropiación indebida de un total de 400.000 euros que, presuntamente, detrajo en beneficio propio de las cuentas de la perjudicada entre los años 2005 y 2012.

Así lo ha encomendado la Sección Cuarta de lo Penal a la Policía Nacional al mantenerse el procesado en ignorado paradero y no asistir al juicio previsto para este miércoles y al que, por contra, sí ha acudido la que ya es su exmujer, acusada en el mismo procedimiento en calidad de partícipe a título lucrativo, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

El Ministerio Fiscal, con carácter provisional, solicita al excontable una pena de tres años y medio de cárcel y una multa de 1.800 euros. En concepto de responsabilidad civil, la acusación pública pide al acusado y la que fuera su esposa, de forma solidaria como cotititulares de las cuentas destinatarias de las cantidades defraudadas, que indemnicen a Lex Nova--hoy Aranzadi--con un total de 231.377 euros.

Los hechos objeto del presente procedimiento se centran en la persona de J.A.M.M, quien entre 2002 y 2012 desempeñó las tareas de jefe de contabilidad de Lex Nova S.A, que incluían la de disponer de los fondos existentes en las cuentas bancarias de la mercantil para el pago a proveedores.

En ese contexto, siempre según la versión de la acusación pública, el procesado habría aprovechado tal situación para desviar de las cuentas de la empresa en el Banco Santander a favor de las suyas propias y las de su entonces esposa distintas cantidades vía trasferencia, con carácter mensual, de importes similares a los abonados a distintos proveedores para que, de este modo, tal ardid pasara inadvertido.

Sin embargo, una auditoría realizada en la empresa con miras a su venta detectó el descuadre contable, producto de más de un centenar de trasferencias presuntamente fraudulentas en el periodo existente entre 2002 y 2012.

De hecho, el acusado reconoció por escrito el 27 de diciembre de 2012 que se había apropiado de un total de 400.000 euros.

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