«Nunca me había encontrado nada así, muchos vídeos pedófilos de menores de 6 años»

«Empecé descargando películas comerciales, después porno para adultos y después descubro el infantil» Acusado de distribuir material pedófilo , en su haber tenía al menos 3 teras de este contenido. Él buscaba en internet «niños en la ducha» o «desnudos», pero esas imágenes no eran las únicas que guardaba. En un centenar de archivos de esta naturaleza que almacenaba se inmortalizaban documentos de mayor dureza, con penetraciones a niños y niñas. «Nunca me había encontrado nada así nada. Muchos vídeos de menores de seis años, de bebés» , señalaba est miércols en el juicio por el caso el especialista de la Guardia Civil que tuvo que analizar todos los soportes informáticos que le fueron incautados al imputado, para el que la Fiscalía pide seis años de cárcel.

No ha negado haber descargado el material –que asegura que no le causaba «ningún placer. Ni siquiera me gustan los niños» –, ni tenerlo archivado, pero sí haberlo compartido, algo que presuntamente realizaba a través de los programas de descargas que utilizaba y por los que los usuarios puede acceder al contenido que otros tengan en estas plataformas. Ese asunto ha sido una de las claves del juicio. Para ser considerado distribución de pornografía , el Supremo estableció como precedente que el imputado sepa que lo está haciendo. El en el juicio en la Audiencia Provincial de Valladolid el perito de la Guardia Civil eha expuesto que en un manual del acusado para acelerar las descargas se explicita que ello sólo es posible compartiendo más archivos, por lo que estima que sí era consciente. A él –trabajador de la construcción– se llegó en 2016, precisamente, a través del rastreo que el sistema Quijote hace en estos programas de descargas. Saltada la alerta, se le detuvo y en el registro de su casa, en la que vive con su mujer –a la que desvincula de todo–, se encontraron las imágenes y vídeos.

La defensa ha reclamado la libre absolución y de forma subsidiaria la eximente completa por trastorno mental, una circunstancia que ha sostenido bajo informes posteriores a los hechos -que apuntan al confinamiento y la pérdida del empleo como desencadenantes de una depresión- y a un perito de parte que ha señalado varios trastornos y asegrado que la motivación del imputado no era la de la estimulación erótica, sino la búsqueda de «identificación» ante un episodio de su infancia n el que se quedó desnudo ante su clase.

La Fiscalía, ha rechazao esta línea sobre un hecho que «ni siquiera el acusado había narrado» –sí ha contado que su hermano le había «acosado» y que había tenido «problemas sociales con los niños» cuando era menor y de adulto – y que no justificaría, en todo caso, vídeos tan «completamente denigrantes». Rebaja el Ministerio Público, no obstante, la petición inicial de siete a seis años por dilaciones indebidas.