Maroto: «Quiero tener una presencia más habitual en Castilla y León»

El designado senador autonómico por Castilla y León agradece el respaldo de Ciudadanos

Javier Maroto saluda a Fram Díaz y Teresa López en el pleno de designación de senadores autonómicos F. HERAS

M. ANTOLÍN

Polémica hasta el final. La propuesta del PP de Castilla y León de convertir en senador autonómico a su vicesecretario de Organización nacional, Javier Maroto , levantó desde la pasada semana un sinfín de críticas por su escasa vinculación a la Comunidad , unos reproches que estuvieron también presentes ayer en el día en que las Cortes de Castilla y León dieron finalmente al político vasco el pasaporte al Senado junto a los socialistas Teresa López y Fran Díaz . Tuvo que ser en la segunda votación, ya que en la primera los tres nombres planteados no consiguieron la mayoría absoluta en un proceso en el que los procuradores debían votar «sí», «no» o «abstención» a la lista completa en una papeleta depositada de forma secreta en una urna.

Para impedir que Maroto fuese senador autonómico, los 35 parlamentarios socialistas dijeron «no», incluso a sus propios compañeros propuestos, y a ellos se sumaron otros cuatro votos negativos del Grupo Mixto. El PP, por su parte, dio 29 «síes». La clave estaba una vez más en Ciudadanos, que en esa primera ronda decidió abstenerse. No fue así en la segunda, cuando el partido naranja dio su bendición a que el exalcalde de Vitoria y los dos candidatos socialistas ocupasen las tres plazas de senadores autonómicos que le corresponden a Castilla y León a cambio de que en la próxima legislatura estos puestos sean ocupados por procuradores, como ya ocurría antes de 2000. El resto de los votos fueron idénticos a los de la primera fase, salvo un voto nulo de algún miembro de Cs que, al parecer, en lugar de votar «sí» escribió «a favor».

«Fraude» en el padrón

Ya antes de que los tres candidatos fuesen designados, el PSOE mostró su absoluto rechazo a que Javier Maroto ocupase el sillón de senador por la Comunidad por sus «ataques» a la región cuando, por ejemplo, «defendió» que el condado burgalés de Treviño fuese anexionado a Álava. Su portavoz, Luis Tudanca, llegó a acusar al político vasco de haberse empadronado en Segovia de forma «fraudulenta», ya que, según dijo, la ley establece que para poder hacerlo debe residir al menos la mitad de los días del año en Sotosalbos, localidad segoviana en cuyo padrón figura ahora Maroto. Al paso de estas críticas salió al instante el Grupo Parlamentario Popular, que le recordó al líder socialista que Óscar López, en el pasado senador por designación autonómica, se empadronó en Riaza, también en Segovia, mientras residía en Las Rozas (Madrid).

La «postura infantil» del PSOE en este asunto fue otro de los reproches lanzado por los populares, cuyo portavoz, Raúl de la Hoz, calificó de «sorprendente» el «no» de los socialistas en la votación. «Si no les gustaba el señor Maroto, la forma era retirar a sus candidatos, pero no querían hacerlo porque tenían que dar la patada hacia arriba a Teresa López», expresó en referencia a la secretaria del PSOE de Valladolid, a la que algunos compañeros de partido piden su dimisión por sus malos resultados en las pasadas elecciones.

Pero si alguien fue clave en el día de ayer fue Ciudadanos porque sus papeletas dieron el visto bueno a los senadores. Su portavoz, Carlota Amigo , argumentó la posición de los suyos en que en ningún territorio han bloqueado esta elección. «Ni siquiera en el caso de Iceta, que apoya el indulto a los golpistas y el referéndum. Así que no lo íbamos a hacer aquí», aseguró. Pero, además, desveló que a lo largo de ayer le presentaron al PP una propuesta para que en la próxima legislatura la elección de senadores autonómicos se haga entre los procuradores. Un planteamiento que cuenta con el visto bueno de los populares, que, según su portavoz, ya se había hablado días antes y se «estudiará» para poder realizarse en un «futuro próximo».

Y ¿por qué el cambio de postura en la segunda votación? Cs quería «comprobar» primero que el PSOE decía «no» y la decisión en la segunda vuelta era «no bloquear». Sobre que sus votos hayan facilitado la elección de un senador que tiene escasa vinculación con la Comunidad, se escudó en que «es la ley la que permite hacerlo».

«Quiero tener una presencia más habitual en Castilla y León»

Después del aluvión de críticas, Javier Maroto se pronunció sobre la polémica desatada por haber sido propuesto como senador autonómico por Castilla y León. El vicesecretario de Organización del PP, una vez designado para el cargo, dirigió sus primeras palabras a agradecer la «confianza» de los procuradores de su partido, pero, además, alabó la figura del líder de Ciudadanos en la Comunidad, Francisco Igea. «Ha demostrado ser más responsable que todos los socialistas juntos», expresó. «Quiero que mi presencia en Castilla y León sea más habitual», recalcó, quizá para salir al paso de todos aquellos que han reprochado que sea senador por una región con la que tiene escasa vinculación. Para justificar su candidatura se remitió a lo ya argumentado por el presidente del PP, Pablo Casado, cuando señaló el domingo que «lo importante es defender una misma bandera y una misma Constitución».

Acerca de su postura sobre el Condado burgalés de Treviño, el político vasco dijo asumir los posicionamientos del PP y mostró «respeto a la legalidad y el ordenamiento territorial que existe».

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