Padre e hijo corneados en Ciudad Rodrigo
Padre e hijo corneados en Ciudad Rodrigo - ICAL
SUCESOS

El joven corneado en la capea de Ciudad Rodrigo continúa con pronóstico «grave»

Otro de los heridos, un hombre de 72 años, está «en planta» y su hijo pasará en las próximas horas

SALAMANCA Actualizado: Guardar
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El joven de 21 años que resultó herido en la capea este pasado domingo en el Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo (Salamanca) se mantiene ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) con pronóstico «grave».

Así se señala en el último parte emitido por el Hospital, en el que se informa también del padre y el hijo corneados en la mañana del domingo, durante la celebración del encierro a caballo de Ciudad Rodrigo, y que continúan en el Complejo Asistencial de Salamanca.

En cuanto al padre, un hombre de 72 años, está «en planta» y el hijo, un hombre de 51 años, estaba en el momento de la emisión del parte en la UCI pero con la previsión de pasar en las próximas horas a planta.

«Es una de las cornadas más grave que he atendido», ha dicho el cirujano respecto al jóven de 21 años, que ha explicado que el problema vino porque «no era una rotura de la femoral, sino que la rotura estaba por dentro de la propia femoral, que le obstruía el riego».

El joven fue empitonado en la capea a las 13.00 horas por uno de los toros de la ganadería de Aguadulce (Sevilla) y sufrió una cornada de 25 centímetros que le entró por el muslo derecho y le llegó hasta la ingle.

Tras ser intervenido, fue derivado, sobre las 17.00 horas, hasta el Hospital Clínico de Salamanca.

Respecto al padre y el hijo que fueron heridos, el padre sufrió dos cornadas, una en el muslo derecho y otra en el gemelo izquierdo.

La cornada del muslo derecho tuvo, a su vez, tres trayectorias de 20, 15 y 20 centímetros.

En el gemelo tuvo una cornada de 20 centímetros con dos trayectorias.

En cuanto al hijo, el toro le empitonó por el muslo derecho y le originó una «cornada muy extensa», ya que fue de 20 centímetros con tres trayectorias de 30, 20 y 15 centímetros.

En el trayecto de la cornada fueron afectados el fémur, la tibia y la articulación de la rodilla y en otra de las trayectorias el cuerno llegó hasta el recto.

«He sacado del hijo el trozo de asta más grande que me he encontrado jamás en una intervención», dijo Crespo, ya que localizaron en el interior del muslo del hijo una astilla del cuerno de 10 centímetros.

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