'Fin de fiesta' con súplica unánime de los partidos para votar y frenar la abstención

Montse Serrador

12/02/2022
Actualizado a las 11:25h.

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Viernes tarde, 11 de febrero, ‘traca final’ en la campaña a las elecciones autonómicas de Castilla y León que se celebrarán mañana domingo. Ambiente festivo en el último mitin de las cinco principales fuerzas políticas -PP, PSOE, Cs, Vox y Unidas Podemos- que concurren a la cita, donde cualquier atisbo de preocupación por el resultado que puedan arrojar las urnas se difumina entre banderas, música y la mayor acumulación de líderes políticos por kilómetro cuadrado imaginada nunca por estas tierras.

Valladolid se convirtió en un hervidero de presidentes (de gobierno y autonómicos), ministros, responsables de partidos secretarios generales , algún que otro ‘ex’...y cualquier dirigente que los responsables de campaña pensaran que era susceptible de atraer votos, más aún si se tiene en cuenta que según las estimaciones el porcentaje de indecisos hace una semana aún superaba el 20 por ciento.

Así que las cinco formaciones políticas pusieron ‘toda la carne en el asador’ para concluir una campaña que arrancó hablando de carne, gracias al ministro de Consumo que, precisamente, también estuvo ayer en la capital vallisoletana.

Los primeros en ‘romper’ la tarde fueron los populares con un acto público en un pabellón de la Feria de Muestras en el que se dieron cita más de 3.000 personas. Aunque la previsión era empezar a las seis, dos de los participantes, el propio líder nacional del PP, Pablo Casado, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso , llegaron veinte minutos tarde. Les esperaban el candidato popular, Alfonso Fernández Mañueco, y el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. Música para amenizar la espera y un aparente entusiasmo (banderas del partido y españolas al viento) tratando de volver a levantar el ánimo después de una semana en la que la preocupación por los resultados se adueñó de los populares. Es lo que tiene arrancar con las expectativas demasiado altas aunque Casado, en su intervención, se mantuvo firme en su convencimiento de que el PP ganará las elecciones y gobernará frente a las «fake news» de estos días y advirtió de que sólo hay dos opciones: «O el PP o el caos». Por eso, pidió a los ciudadanos que no se dejen engañar con carambolas» o «señuelos» porque «no hay más alternativa» que el PP al «sanchismo», informa Ep.

Mañueco , por su parte, reclamó a los simpatizantes y afiliados de su formación una «última movilización» para ir «casa por casa» y convencer a los dudosos de «llenar las urnas de votos» del PP para evitar «un lunes de lamento». Además, llamó a la «responsabilidad» de la ciudadanía para conseguir una mayoría suficiente que dé «estabilidad» frente a una alternativa «débil» y sometida a nuevos partidos locales «que piden para su provincia».

No muy lejos, en la Cúpula del Milenio, la cita era con el PSOE. Siete de la tarde cuando el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, llegó escoltado por el candidato Luis Tudanca y el alcalde de Valladolid , Óscar Puente. Lleno en el recinto (1.200 sillas) y varias decenas de personas en la calle a las que no se permitió acceder al haberse completado el aforo. Y más banderas, sólo del partido, y más música. Y un Pedro Sánchez que cerró el acto llamando a los castellano y leoneses a concentrar el voto en el PSOE para no «repetir la historia» de 2019, cuando los ciudadanos optaron por el cambio y los «cuarteles de la derecha» lo impidieron. Tudanca, que también insistió en este mensaje, se mostró convencido de que «gobernaremos, vamos a cambiar esta tierra por fin»,

Los de Ciudadanos se dieron cita en el patio exterior de un céntrico hotel. También recurrieron al ritmo, pero, en este caso, en directo, con un grupo de rock que amenizó el comienzo y el final. La que fuera procuradora en la legislatura que acaba de finalizar, Marta Sanz, hizo las veces de presentadora, más bien «monologuista» como ella misma se definió. Mucho optimismo entre los dirigentes y simpatizantes y también en un candidato Francisco Igea, a veces emocionado, que llegó arropado por la presidenta de la formación naranja, Inés Arrimadas , y la exconsejera de Sanidad, Verónica Casado. Durante su intervención, con la que finalizó el acto, pidió que los electores «cierren la puerta a la política de la mentira y la deshonestidad» y, para ello, «Cs tiene que estar en el Gobierno». Antes, Arrimadas destacó que «sé que no eran necesarias estas elecciones pero hay que hacerlo, hay que premiar en las urnas a los que han trabajado y castigar a la política que ha jugado con Castilla y León». De esta forma, deseó que el PP se dé un «baño de realidad».

Pero si hubo un partido que ayer rebosó entusiasmo y en el que era evidente el ‘subidón’ con el que llegan al final de la campaña ese es Vox. Al aire libre, como en todos sus actos, reunió en la plaza de San Pablo a unas 2.000 personas. Más banderas de España que del propio partido y la presencia de José Antonio Ortega Lara, que fue muy ovacionado. El presidente nacional de la formación, Santiago Abascal , fiel a su estilo, apeló al orgullo por la bandera y las «raíces profundas» de España y anunció que su partido sólo pactará con el PP, pero reclamó a Mañueco que confirme su planes para formar gobierno. El candidato Juan García-Gallardo solicitó a los populares que se «aclaren» de una vez y que expliquen con quién va a pactar: «Dígalo ya Mañueco y deje de esconderse».

En el polideportivo del barrio de la Victoria celebró el mitin Unidas Podemos. El candidato, Pablo Fernández, contó con el apoyo de tres ministros: Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030; Irene Montero, de Igualdad, y Alberto Garzón , ministro de Consumo. Precisamente, éste señaló, tras ser el foco mediático del inicio de la campaña electoral por sus declaraciones sobre las macrogranjas, que «no habría nada mejor que dejar a la extrema derecha a las puertas de un gobierno» y Fernández Mañueco «fuera del mismo», informa Ical.

Por su parte, Pablo Fernández pidió el voto para su formación «en un momento histórico» que se producirá, dijo, el próximo domingo y porque Castilla y León «no merece ni un segundo más» a un presidente como Mañueco, que «ha permitido la corrupción en España».

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