Dinosaurio busca sitio

Aclaro el titular. No me refiero a ningún jurásico de la política o la vida pública en general. Desde mediados de los noventa, a raíz de aquella superproducción de Steven Spielberg sobre la materia, parece que todo lo relacionado con los dinosaurios suscita un evidente interés, ya sea desde la perspectiva científica o desde una visión más amable entre la gente. En Salas de los Infantes, aprovechando la riqueza paleontológica de la Sierra de la Demanda, un modesto museo ha tenido el acierto de aunar ambas vertientes y desde su fundación, en 2001, suma más de 180.000 visitantes, cifra nada desdeñable teniendo en cuenta su emplazamiento, fuera de las grandes vías de comunicación.

Esta semana hemos conocido el descubrimiento de una nueva especie en los yacimientos de la zona.

Es el denominado «Europatian Eastwoodi», cuyos primeros restos se localizaron hace más de una década, hasta reconstruir partes de su enorme esqueleto a partir de un centenar piezas como vértebras, costillas y escápula. Los expertos confirman que se trata de una especie única. Vivió hace 125 millones de años y se considera padre de otros saurópodos. Su valor también estriba en que puede aportar información sobre movimientos migratorios en el cretácico, cuando los continentes no estaban configurados como ahora.

Tal era la corpulencia del bicho que mediría veinticinco metros de longitud, con un peso de unas 35 toneladas. Como herbívoro, tenía el cuello interminable para alcanzar las copas de los árboles e ingerir a diario varios cientos de kilos de hojas y vegetación, junto a algunas piedras para facilitar la digestión. No ha podido determinarse su sexo por los restos óseos, algo secundario tampoco en la semana apoteósica del colectivo LGTB. Lo que debe preocuparnos es que no cabe en el local, y urge buscar una nueva ubicación para mostrarlo al público. Pues manos a la obra, que ancha es Castilla.