Un ataúd con destino a Valladolid termina en Cáceres por un error de la funeraria

Lo que ayer iba a ser en la pequeña localidad cacereña de Torremocha una sentida y recogida misa de funeral por uno de sus vecinos se convirtió en la comidilla del pueblo. Todo por el error de la funeraria que debía encargarse de desplazar el cuerpo del difunto desde Madrid. La empresa tenía el cometido de trasladar el difunto a primera hora en un coche fúnebre a Extremadura, pero al parar en la sede que tiene en la capital de Cáceres, alguien se dio cuenta de que el fallecido no era el que esperaban en Torremocha, y sí un difunto que debía ser enterrado en Valladolid.

Aún no aciertan a explicar el porqué de este error, según recogía en su edición web este martes el diario Hoy de Badajoz , y se desconoce también si el error lo detectó un familiar del fallecido o un operario de la propia funeraria. En cualquier caso, la funeraria contactó en cuanto detectó la confusión con su sede en Madrid y comprobó que el ataúd de Extremadura había sido enviado en realidad con destino a Valladolid mientras que a Cáceres había llegado con el otro cuerpo la persona que debía ser enterrada en la capital castellano leonesa. Así que a los dos coches fúnebres no les quedó más remedio que deshacer parte del camino andado para llegar hasta Navalmoral de la Mata, la localidad donde quedaron para intercambiar los ataúdes. El funeral de Torremocha se celebró finalmente horas más tarde.