Como en Fuenteovejuna: Noez y Cuerva se unen para luchar contra el cierre de las oficinas de Liberbank
Estos pequeños pueblos de los Montes de Toledo recogen firmas para evitar la clausura de las sucursales
No suman más de 2.300 vecinos, pero van a por todas. Los habitantes de Cuerva y Noez, dos pequeñas poblaciones de los Montes de Toledo, se han unido para luchar contra una entidad financiera. Quieren que no cierren la sucursal que Liberbank tiene en cada población, un servicio «esencial e importante» para sus parroquianos.
Sus alcaldes se han movilizado con el fin de evitar que echen la llave en ambas oficinas el 18 de marzo. Han organizado una recogida de firmas hasta el 10 de marzo, en internet y en algunos puntos físicos, para reclamar que la dirección de la entidad bancaria reconsidere esa medida. Solicitan que apliquen otras menos contundentes, que supongan «menos desventajas y trastornos, especialmente para nuestra población mayor, que en este pueblo pequeño supone un gran número de ellos». Lo expone el alcalde de Noez, José Antonio Ruiz, en la petición que envió al banco con fecha 28 de febrero, el mismo día en que se enteró de la clausura por el boca a boca de los vecinos.
«La decisión del cierre supone un trastorno drástico para el municipio y sus habitantes, en su gran mayoría de avanzada edad, que han contado con este banco a lo largo de toda su vida y, por tanto, están habituados a realizar las gestiones de oficina en él», esgrime el regidor municipal. «Además, no disponen de recursos ni conocimiento para realizar las gestiones telemáticamente y muchos de ellos tampoco cuentan con vehículos que los puedan desplazar a la oficina más cercana fuera del municipio». El edil describe así el perfil de la mayoría de los usuarios en este pueblo de menos de 1.000 habitantes, donde Eurocaja Rural también tiene una oficina.
«Nunca hemos tenido cajero automático»
El alcalde de Cuerva, Miguel Ángel Rodríguez, se enteró también por sorpresa cuando estuvo en la oficina para realizar una gestión como cliente hace diez días. Le dijeron de sopetón que la sucursal será cerrada el 18 de marzo.
«Nadie de Liberbank me ha notificado nada por escrito», asegura a ABC el edil de un pueblo de 1.300 habitantes, donde la entidad bancaria abre la oficina dos días a la semana desde hace dos años. «Y nunca hemos tenido cajero automático», lamenta el regidor municipal, que envió un escrito a la dirección del banco cuando se enteró del cierre de manera repentina. «Estoy esperando que me digan algo» , se queja.
«Estoy segurísimo de que la decisión está tomada y es muy difícil que vuelvan hacia atrás», continúa. «Pero está claro que yo no me voy a quedar de brazos cruzados por el trastorno impresionante que ocasiona» en este municipio, donde Eurocajarural dispone igualmente de una sucursal. «A ella se están cambiando algunos clientes de Liberbank», dice el alcalde de un pueblo cuyos paisanos «están indignados».
«Creemos que una petición conjunta desde dos municipios tendrá más fuerza», explica a ABC el alcalde de Noez, por cuyo municipio han distribuido un manifiesto para animar a los vecinos a que se animen a firmar para evitar que un servicio esencial se esfume.
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