El atleta talaverano de 73 años que gana medallas con zapatillas de 11 euros

Antonio Mohedano ha logrado cinco medallas en el Campeonato del Mundo Máster

Antonio Mohedano, con las medallas ganadas ABC

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Lo de Antonio Mohedano Rodríguez (Talavera de la Reina, 1945) es correr que se las pela. Ha ganado 15 medallas en campeonatos nacionales e internacionales en lo que va de año. De ellas, diez han sido de oro. «Es un fuera de serie», asegura su amigo y uno de sus principales rivales en las competiciones, el toledano Juan López García , que en enero cumplirá 75 años.

Antonio, que en agosto alcanzó las 73 primaveras y hace 12 años superó un cáncer de próstata, logró sus últimas cinco últimas preseas en el Campeonato del Mundo Máster celebrado en la provincia de Málaga este mes: dos de oro por equipos y tres individuales (una de plata y dos de bronce). Compite en la categoría de mayores de 70 años.

A pesar de los buenos resultados, Antonio se muestra crítico con la organización:«Teníamos que haber ido concentrados, como los futbolistas. No se puede ir a correr doce días con la esposa y estar para arriba y para abajo, dando vueltas. Pero, bueno, es un decir, porque no se puede concentrar a 1.500 atletas españoles. Pero sí, a lo mejor, hacer grupos». Porque, además de tantas medallas, de Andalucía se ha traído un dolor de garganta, llagas en la boca y los labios abiertos debido al tiempo atmosférico tan cambiante .

Las medallas de bronce se las colgó en las pruebas de 10.000 metros en ruta (41:50) y de 5.000 en pista (20:08). Para sorpresa de muchos, corrió con zapatillas cuyo precio no llega a los once euros. «Las gasto porque no tienen la parte dura de la suela. Yo no utilizo clavos en la pista, no estoy acostumbrado a ellos salvo en el barro, y esas zapatillas se agarran bien», asegura. «Sí, tengo unas zapatillas de 100 euros que me regaló mi hija, aunque creo nunca las he utilizado en una carrera». «Leo revistas especializadas y sigo sus consejos», añade este vecino de Talavera la Nueva, pedanía de Talavera de la Reina.

«Pinchazo gordo»

Antonio usa también zapatillas de hasta 70 euros y ligeras, como las que calzó, con dos calcetines gruesos en cada pie para tenerlos bien sujetos, en la prueba de cross en Málaga, donde logró la plata. O en la media maratón. «Hice un tiempo de 1:38:29; fue un pinchazo gordo», se lamenta Antonio, quien aguantó por el bien del grupo y España también ganó el oro por equipos. El talaverano contribuyó con un quinto puesto, después de haber disputado los 10.000, los 5.000 y el cross (6 kilómetros), en el que logró la medalla de plata individual y fue oro por equipos.

« Para los deportistas que competimos no es suficiente ganar una carrera, si el tiempo no nos satisface », sentencia este atleta, que este año ha corrido la media maratón de Valladolid en menos de una hora y media.

Casado y padre de tres hijos, Antonio siguió la estela de su padre y ha sido agricultor y ganadero, además de vendedor de piensos: «Tuve una fábrica y cargué y descargué miles de sacos de 50 kilos para llevárselos a los clientes». Todavía ayuda a su hijo Antonio en la granja y en el campo porque le gusta trabajar en equipo. También en el atletismo: «Es mucho más gratificante dar éxitos a los demás que los que puedes tú conseguir».

Antonio pertenece al club de atletismo UDAT de Talavera de la Reina. «Trabajo en la cuadra, como se dice en el argot boxístico», aclara. Le gusta ponerse la camiseta para representarlo, aunque «no soy de los que estoy dando vueltas alrededor del club», aclara este hombre de pelo cano y ojos claros. «¿Consejos? No puedo dárselos a nadie. Soy un aprendiz. Entreno, corro, entreno y corro. Cuando participo, doy todo y, quizá, a veces un poco más».

Este fuera de serie comenzó a correr muy tarde, a los 55 años. Todavía se acuerda de la fecha. El 15 de noviembre de 1999 comenzó a entrenar para participar en la San Silvestre de Talavera de la Reina: «Solo iba a ser esa prueba. Sin embargo, las sensaciones fueron buenas y decidí continuar corriendo. ¡Para qué lo íbamos a dejar!». Y la ilusión le llevó a quemar zapatillas sobre la pista y el asfalto. Llegaron las victorias y, con 62 primaveras, se proclamó campeón de España de Maratón con 3 horas y 7 minutos. Al año siguiente bajó su marca en cinco minutos. Pero abandonó las competiciones nacionales porque su trabajo necesitaba más dedicación.

Récord en 100 kilómetros

A los 70 decidió volver, después de haber superado un cáncer en la próstata unos años antes. Se federó y se apuntó a la UDAT «porque podía darles éxitos». Compitió en pista (800, 1.500, 3.000 y 5.000 metros), campo a través, medias maratones y la prueba reina, los 42.195 metros. Hasta corrió los 100 kilómetros en Los Alcázares (Murcia), donde se proclamó campeón del mundo hace dos años. «No me llenó tanto el título como batir el récord en mi categoría en casi una hora; lo rebajé 57 minutos y lo dejé en 11 horas y 45 minutos».

Que nadie piense que Antonio se alimenta de una manera especial. «Yo como lo que me pone mi esposa en el plato», revela. Tampoco va al médico habitualmente, solo para pasar los controles rutinarios por el cáncer que superó hace doce años. «Ya entonces practicaba deporte y eso me benefició», dice convencido. Y superó así uno de los retos más complicados de una vida tan activa.

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