Arco de entrada al puente de San Martín, en Toledo
Arco de entrada al puente de San Martín, en Toledo - Ana Pérez Herrera

Toledo y «El puente de sal»

Este es el título de la ópera prima del escritor y musicólogo Juan Diego Arroyo, primer volumen de una saga de ficción histórica con la Ciudad Imperial como protagonista

Toledo Actualizado: Guardar
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Una casa típica toledana en la calle del Ángel de la ciudad, con patio incluido, es el refugio perfecto para Daniel de Rojas, protagonista de «El puente de sal» (Editorial Círculo Rojo), primera novela de Juan Diego Arroyo. Allí compatibilizará su profesión de compositor musical con su trabajo en la tienda de antigüedades, en la planta baja de su vivienda. Pero una serie de sucesos le sacarán de la vida apacible que lleva en Toledo desde que sus padres se mudaran desde Madrid, siendo él adolescente.

La visita de un extraño a su tienda que busca un valioso objeto en su casa, el descubrimiento de un mosaico romano en su patio y otras serie de sucesos harán que a Daniel le cambie la vida.

Ocupado en la composición de una obra musical que le llevará hasta París, comienza a rodearse de los mejores profesionales para intentar desentrañar la historia que esconde su casa toledana, que además está íntimamente ligada a su propio pasado y al de sus ancestros que se remontan a la persecución de los judíos durante el reinado de los Reyes Católicos, en el siglo XV.

Pero la investigación de los arqueólogos, archiveros e historiadores que trabajan en su casa no será nada fácil, ya que, aparte de los misterios ocultos, un asesino les acecha. Una serie de muertes en extrañas circunstancias de sus allegados sumen a Daniel en una enorme tristeza que le retrotrae a tiempos pretéritos. Los acontecimientos le hacen volver a España para rehacer su vida, pero se verá obligado a vivir en la clandestinidad y en la indigencia para no ser descubierto ni que se desvelen los secretos que esconde.

No obstante, la historia de Daniel no es la única que conocemos en «El puente de sal». De forma paralela a la trama principal, transcurren las vidas de Dionte y de Leandro, dos personajes de la Edad Antigua que guardan ciertas similitudes con la del protagonista de la novela, al estilo de lo que ha hecho el director mexicano Alejandro González Iñárritu en alguna de sus películas. Por un lado, Dionte es un joven tartesio que, desde pequeño, será testigo de la muerte de sus padres y de la destrucción de la misteriosa Tartessos. Tras ello, se convierte en esclavo y en galeote del barco del mayor traficante de personas y mercancías de aquel tiempo, con ánimo de venganza y de libertad en todo momento.

Y, por otro lado, narra la vida de Leandro, un esclavo de la villa romana de Materno —descubierta en 1983 en la localidad toledana de Carranque—, donde sirve a Acantia, segunda esposa de este prefecto del emperador Teodosio, en el siglo IV d.C. Allí el personaje de esta historia también será testigo de una serie de asesinatos y extraños acontecimientos en una época en la que los cultos paganos y el cristianismo tienen una difícil convivencia. Después de eso, vivirá varias aventuras que le llevan hasta Toledo, entre otros lugares en búsqueda del amor y de la libertad.

«El puente de sal» es la ópera prima del escritor y musicólogo madrileño Juan Diego Arroyo. Tras más de veinte años compatibilizando su investigación y difusión de la Música Antigua y su labor como profesor superior de piano, con diversos y, en ocasiones, ingratos trabajos, ahora da su salto a la novela. Este es el primer volumen de una saga de ficción histórica que ha ocupado tres años de la vida del autor debido a la ingente tarea de documentación. Prueba de ello son los numerosos topónimos de la Edad Antigua que aparecen en los viajes que realizan los personajes, las costumbres o el vocabulario de cada época. En definitiva, una novela bien escrita y documentada que dejará al lector con ganas de saber más de la vida de sus personajes en próximas entregas.

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