Se presenta el libro «Yo también soy TTV», sobre toledanos «de toda la vida»

Escrito por J. Andrés López Covarrubias, será presentado el próximo jueves

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El próximo jueves, 24 de noviembre, se presentará en el Hotel Cigarral El Bosque el libro «Yo también soy TTV», escrito por J. Andrés López Covarrubias. En el acto, que será a las 19 horas, intervendrán, además del autor, Carmen Vaquero Serrano y Fernando Garrido Polonio.

«Hay quienes dicen que para ser Toledano de Toda la Vida es necesario haber nacido en el Casco Histórico, pertenecer a una familia tradicional y conocer al dedillo las costumbres y tradiciones toledanas. Para otros, en cambio, basta con haber vivido en Toledo una gran parte de su vida y sentir como propia esta ciudad», reza la contraportada del libro, editado por Covarrubias.

Curiosas anécdotas

Pues bien, para unos y para otros está escrito este libro, pero también para quienes deseen conocer curiosas facetas de la vida cotidiana de los toledanos en un tiempo no muy lejano, aunque en un Toledo muy diferente al que hoy conocemos.

Desenfadados textos y más de 250 fotografías que «avivarán recuerdos y nostalgias, provocarán alguna sonrisa y nos harán reflexionar».

Un curioso libro de más de 250 páginas repletas de fotografías que trata de escudriñar el carácter y los «lugares comunes» de los toledanos, habitantes de un Toledo no tan lejano, aunque por momentos irreconocible. Como dice el autor, por mucho que pensemos que en Toledo nada cambia, si echamos la vista atrás observaremos la asombrosa transformación que han experimentado nuestras vidas y costumbres, también la propia fisonomía de la ciudad, en los últimos treinta, cuarenta o cincuenta años.

Y es que aún hoy muchos toledanos recuerdan aquella capital de provincia antaño tan estructurada socialmente, con una desbordante presencia de ciertos estamentos tradicionales como el Clero y el Ejército; con una antigua y obsoleta industria artesana; con pequeños comercios para turistas y abundantes tiendas de barrio y venta callejera para una población que hasta hace solo unas décadas residía fundamentalmente en el Casco Histórico. Carromatos y otros vehículos a motor convivían aún, a mediados del siglo XX, con carros de tracción animal. Una ciudad en la que los paseos, el cine, las tabernas y los cafés, junto con los billares para los más jóvenes, constituían el principal entretenimiento. Sin olvidar la pesca (comer del río) o los baños en un Tajo limpio aunque peligroso, abandonado posteriormente a su suerte por la desidia de políticos incompetentes. Una ciudad, como tantas otras, en la que jugar en la calle era el paraíso de unos niños mucho más conformistas que los de hoy, aunque ya nadie pueda renegar de las ventajas de la modernidad.

Todo esto, y mucho más, cabe en un libro de lectura ágil y por momentos desenfadada, de cuidada edición y vocación de clásico. Una obra que sin duda hará las delicias de miles de toledanos y toledanas que con toda probabilidad se sentirán tan atraídos como identificados por el contenido de sus páginas.

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